Al final, lo cocinó tan bien Francesco Molinari que el torneo le salió perfecto. Plato redondo para él, puño apretado y sonrisa, imponiéndose a todo un ex número 1 del mundo como Rory McIlroy que había empezado muy bien el torneo y lo fue terminando con peores dígitos, siendo mucho más regular el italiano.
Molinari obtenía 68 golpes este último día (cuatro birdies), de nuevo sin un solo error de ejecución, puro acierto, mientras que McIlroy lo hacía con 70 y un pequeño bache en los hoyos 9 y 10, donde cazaba dos bogeys que, a la postre y a pesar de los dos birdies del 17 y el 18, iban a ser su perdición.
Pudo haber, eso sí, desempate, puesto que Rory forzó lo indecible para lograr un eagle que le diese una oportunidad más, toda vez que también a punto estuvo el italiano de ceder con un bogey y abrir la puerta demasiado.
Al final, fue un mano a mano entre ambos, puesto que no dejaron que nadie se acercase, si bien Lucas Bjerregaard lo intentó desde lejos con 65 y la mejor vuelta del día y recuperando lo perdido en los dos días anteriores, empatando con Alex Noren (67).
En el top se metieron Kiradech Aphibarnrat y Branden Grace, ambos con -13 y, tres golpes más abajo, el primer español, Rafa Cabrera Bello (68), empatado con Matthew Fitzpatrick, Ross Fisher y Thongchai Jaidee. Bien el canario, de nuevo con su vuelta más baja del torneo (seis birdies y dos bogeys).
Terminaba muy, muy bien Scott Fernández, también con 68, dejándose lo mejor para el final y rematando su recuperación de 16 posiciones hasta entrar entre los 43 mejores. El granadino tuvo únicamente un error, en el hoyo 15, donde cometió bogey, pero todo lo demás fue coser y cantar.
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Fotos: European Tour
