Los milenarios ritos de China no se pusieron de acuerdo para ayudar a Rafa Cabrera Bello a conseguir un título perseguido, un título que se había trabajado con esmero pero que al final fue a parar a manos de uno que no entraba en las quinielas, el australiano Wade Ormsby.
Salió a por todas el español, desafiando a la mala suerte vestido de amarillo y se quedó de nuevo a las puertas, en segundo lugar, como ya ocurriera el pasado año, y de nuevo tras un australiano: la historia volvía a repetirse.
El canario es verdad que no encontró las mejores sensaciones sobre el campo, y únicamente pudo rebajar sus registros hasta los 69 golpes (tres birdies y dos bogeys), lejos de las marcas de días anteriores y los fantasmas del 2016 volvieron a aparecer. La historia, a veces cruel, se reedita y en esta ocasión su enemigo fue Wade Ormsby, autor de justo, un golpe menos.
Por arriba peor le fueron las cosas al sólido líder, SSP Chawrasia, a quien el domingo se le hizo largo y cuesta arriba, muy cuesta arriba, ya que dilapidó su ventaja y se dejó la vuelta en 72 impactos, marcados especialmente por el triple bogey del hoyo 9, un lastre del que no se pudo aliviar y que le pasó factura en los segundos diez hoyos, donde acumuló cuatro birdies en cinco hoyos.
Así, con el indio fuera, el español comenzó a carburar y donde fallaba Chawrasia, él acertaba, poniéndose al frente hasta la llegada del australiano volador, que dio la puntilla en el último hoyo, donde Cabrera Bello no pudo embocar el putt que hubiese forzado el desempate, mientras el aussie, a pesar de irse al bogey, tenía margen para el error. EL español necesitaba un birdie para ganar, el par para el desempate o un birdie para caer, y se quedó con esto último.
Por su parte, la nota positiva, además de la pelea hasta el final, llegó con el nombre de Miguel Ángel Jiménez, dueño y señor de los hoyos en esta última jornada al anotarse 63 golpes (siete birdies sin fallo alguno) que bien los hubiera querido para sí Rafa. Miguel Ángel recuperaba la friolera de 28 posiciones para concluir en el séptimo puesto empatado y demostrar que su golf sigue adaptándose a China como anillo al dedo.
Sergio García terminaba con -5 y de nuevo por debajo del par (69) en otra actuación positiva para sus intereses. Aunque no ha podido llegar a pelear por la victoria, ha dejado buenos detalles en su torneo de pruebas de cara a elegir el nuevo material con que jugará. Mucho más abajo concluyeron Pedro Oriol (73 +1) y Carlos Pigem (72 y +2).
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Fotos interiores: Wade Ormsby / Rafa Cabrera Bello (European Tour)