Un juego calculado, acierto y mucha calma en los momentos en que todo se ponía cuesta arriba han sido las claves empleadas por Adrián Otaegui en el Saltire Energy Paul Lawrie Match Play, más en concreto en la final, donde se jugaba el todo por el todo frente al alemán Marcel Siem.
El vasco se ha mostrado con una gran seguridad durante toda la semana a pesar de lo complicado del formato y ello le ha servido para, por primera vez, hacerse con un título del Circuito Europeo en la máxima categoría, ya que hasta la fecha no se había subido a lo más alto del podio en ninguna ocasión (segundo en Le Vaudreull Challenge 2013, Rolex Trophy 2013 y Open de Kazajistán 2013 y tercero en el Made in Denmark 2016, todos ellos del Circuito Challenge).
El duelo más complicado por cercanía y amistad lo tuvo frente a Alejandro Cañizares en semifinales, quien llegó tras batirse con complicaciones en todos sus partidos (Richard Bland (3/1), Paul Lawrie (2/1), Paul Dunne (hoyo 21) y Chris Pasley (hoyo 20)); en el citado duelo de semis, los birdies estuvieron del lado de Otaegui, quien rubricó su buen hacer con un resultado de 6/5 a su favor.
Ante el alemán, en el partido más decisivo, fue a rebufo desde el inicio y tras los primeros nueve hoyos iba tres abajo, pero una segunda mitad de vuelta espectacular le sirvió para revolver todo el resultado. El español ganó los hoys 10 y 11 y, a partir de ahí cogió la directa con nuevas victorias en el 14, el 15, el 16 y el 17, sin duda un final para aplaudir que su rival supo apreciar y felicitar.
Por otro lado, Alejandro Cañizares cedió en la disputa del choque por el tercer y cuarto puesto ante Johann Carlsson por 2 y 1, si bien puede marcharse de Alemania con la seguridad de haber disputado una gran semana de golf.
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Fotos: European Tour