El The Rocco Forte Open se merecía hablar español, y Álvaro Quirós buscó más que nadie el título en tierras italianas. Cierto es que no fue su mejor día, que tuvo que pelear e incluso que irse al playoff ante el sudafricano Zander Lombard, pero tiró de galones y aguantó la presión siendo un maestro con el putter.
Con un juego corto que maravilló a rivales y aficionados, ha vuelto a la senda de la victoria, esa que abandonaba para intentar mejorar aun más pero que lejos de encontrar beneficios en el cambio de swing le provocó una auténtica travesía por el deseierto y la pérdida, cincluso, de la tarjeta del European Tour.
Pero como nunca está de más volver a los orígenes y un paso atrás puede significar tomar impulso para dar varios adelante Quirós decidió volver por sus fueros y recuperar la esencia que tenía hace más de un lustro.
Último día y vuelta de 73, como decimos, la peor del torneo para él, a pesar de comenzar muy fuerte con cuatro birdies, pero después se vino abajo y, no sabemos si por presión o nervios, pero lo cierto es que acumuló cuatro bogeys y un doble bogey para ver su ventaja de cinco golpes reducida a cero ante Lombard, quien igualó la contienda tras presentar 68 golpes.
Así las cosas, tuvieron qu eirse al desempate, el cual alargó la angustia de ambos, máxime cuando tras el primer intento, quedaban con el par, pero ya en el segundo, el español lograba de nuevo el par mientras veía como su rival de partido se iba al bogey. Respiro de alivio.
El sufrimiento nunca está de más y sino que se lo digan al español, quien resoplaba una y otra vez sobre el campo mientras el viento hacía de las suyas, aunque no tanto como en otras jornadas.
Inmenso estuvo también Pep Anglés, con golpes de auténtico crack que le permitieron quedar cuarto a solo dos golpes de los mejores tras ofrecer 69 impactos. Primer top ten del Circuito Europeo para él y otra muestra de que, poco a poco, va creciendo.
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Fotos: European Tour