Sorprendiendo a propios y extraños, el inglés Tommy Fleetwood ha cosechado su segundo entorchado en el European Tour, alzando con una amplia sonrisa el título del Abu Dhabi HSBC Championship, eso sí, peleando mucho.
Era uno de los que más cerca estaban, en el grupo perseguidor, y vaya si persiguió, consiguiendo adelantar al líder Tyrrell Hatton con una excelente actuación de eagle, cuatro birdies y un bogey, total 67 impactos y mínima diferencia frente a Dustin Johnson y Pablo Larrazábal, dos que lo pelearon desde el hoyo 1 y hasta el 18 con sendas vueltas de 68.
Con la consistencia como mejor arma, el joven inglés no ha temblado ante todo un top 3 del mundo y ante la magia que en varias ocasiones ha sacado el español, con fantásticos golpes tanto desde el green como desde el bunker.
«Se lo debo a Finn, mi caddie y uno de mis mejores amigos. Cuando hicimos el cambio muchos pensaron que no funcionaría, pero ha funcionado. Llevamos mucho tiempo peleando y pensando: «sigue llamando a la puerta y un día se abrirá». La segunda victoria ha tardado en llegar, pero ha sido una recuperación fantástica, lo que nunca pensé es que ocurriría esta semana… eso demuestra que en golf nunca se sabe. Hoy el campo estaba complicado, con el viento y las banderas esquinadas, y me dije: «sigue intentándolo porque está difícil y pueden pasar muchas cosas». Cuando la metí desde fuera en el 10 me puse en marcha. Luego vino el birdie del 11 y de pronto iba primero, pero lo mejor ha sido hacer dos birdies más para ganar», relataba el sonriente británico.
El especialista de la cita, el alemán Martin Kaymer, se tenía que conformar con el cuarto puesto empatado al lado de Bern Wiesberger y Kiradech Aphibarnrat.
Soberbio torneo de Larrazábal, con una gran regularidad (68, 67, 69 y 68) y golpes de auténtico lujo; muy cómodo desde el primer día, ha sabido adaptarse a los cambios de viento y a un campo que no siempre regala a los que mejor golpean la bola. El español enlazó cinco birdies y tres bogeys en los 13 primeros para meter algo de presión en la recta final y consiguió, incluso, llegar en el coliderato a los cuatro últimos hoyos.
Larrazábal llegó al 18 necesitando el eagle para forzar un desempate y, después de dos dropajes sin penalidad, intentó meter el eagle desde fuera pero tuvo que conformarse con el birdie. No obstante, ha mostrado argumentos de sobra que le han de permitir, si mantiene el nivel, disfrutar de un gran año y pelear en más de un torneo por los puestos calientes en la jornada del domingo.
Además, hay que destacar que, de cara al año que viene, ya tiene asegurada la tarjeta con lo obtenido en los tres últimos torneos, por lo que podrá tomarse el año con un poco más de calma al haber entrado ya en el top 100 o quién sabe, si incluso pelear por estar dentro de los 70 u 80 mejores.
Si hablamos del otro español, Rafa Cabrera Bello, las sensaciones no mejoraron en exceso; entregó 73 impactos para ceder dos puestos y concluir en el top 19, lejos de lo que nos tiene acostumbrados por su calidad y tesón.
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Fotos: European Tour
