Cuando el único premio es sonreir y dar la mano a tu oponente, las derrotas duelen más, sobre todo si caes por un único golpe de diferencia y en el último hoyo después de haber trabajado durante cuatro días. Eso es lo que le ha pasado a Rafa Cabrera-Bello, quien comenzó el Open de Hong Kong de manera brillante pero que ha terminado por verse eclipsado por Sam Brazel.
Este australiano, desconocido para muchos pues juega principalmente en el Circuito Asiático, embocaba un birdie directo al agujero y al costado del español, quien caía de pie y peleando, pero con el orgullo muy herido. A punto de cumplir 38 años, Brazel se ha mostrado muy valiente en la última ronda y no le ha temblado el pulso en ningún momento, ni siquiera cuando, igualado, llegaba al 18.
«Tuve mucha suerte con ese segundo golpe porque iba un poco fallada y quedó mejor que si fuera buena. Pero metí un buen putt para ganar. Llevaba tiempo jugando bien, pero siempre tenía problemas con los hierros hasta que Adam, mi caddie, me encontró estos… y aquí está el resultado», comenta el australiano.
No obstante, y a pesar del doble bogey en el hoyo 8 del que se repuso en el 10, 16 y 17 con tres birdies, Cabrera-Bello tiene motivos para sonreir, ya que este resultado le sirve para terminar el año entre los 30 mejores del mundo, y con margen para seguir escalando posiciones.
Este 2016, por tanto, terminará sin victoria española en el European Tour, pero los nuestros, con el canario al margen, han realizado un gran torneo. Pablo Larrazábal terminaba en el puesto ocho, con 66 golpes, mientras que Jorge Campillo se metía en el top 10 con 67 golpes.
La mejor vuelta española ha sido la de Pep Anglés con 64 impactos que bien valen subir 43 puestos, hasta el 14º,empatado con Carlos Pigem, quien se fue hasta los 68. Miguel Ángel Jiménez, por su parte, finalizaba con 73 golpes y un puesto 54, un golpe por encima de Nacho Elvira y sus 75 impactos (+3).
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Fotos: European Tour
