Este pasado invierno, el danés Thorbjørn Olesen empezó a tener problemas en los tendones de la mano izquierda pero intentó seguir jugando. Después de fallar tres cortes en los cuatro torneos siguientes, no tuvo más remedio que pasar por el quirófano a principios de febrero.
En mayo hizo su reaparición en Mauricio y llegó al desempate. Este jueves ha vuelto a sacar su mejor juego en Gullane con una tarjeta de 63 (-7) libre de errores que supone una importante inyección de moral:
«He pasado una mala racha, pero espero superarla a fuerza de trabajar duro. La vuelta de hoy ha sido importante para mí, porque me demuestra que sigo sabiendo hacer pocas. Y lo he hecho a base de juego sólido: solo he fallado un green, el del 18, y he cogido casi todas las calles».
Ha sido un jueves tranquilo en Gullane. El campo blando y los vientos flojos se han reflejado en los resultados: ha bajado del par casi la mitad de los 156 participantes.
Un golpe por detrás del líder va segundo en solitario el inglés Daniel Brooks, autor de un 64(-6) también sin bogeys. Siete jugadores empatan en tercera posición con 65(-5), entre ellos dos españoles: Adrián Otaegui y Alejandro Cañizares.
Otaegui madrugó esta mañana y terminó satisfecho con cinco birdies sin errores.
«Un -5 sin bogeys para empezar siempre viene bien. He jugado bastante bien de tee a green y he metido algunos pats, así que termino contento con el juego y con el campo. Me encanta jugar en Escocia, y encima con buen tiempo se agradece más. Suelo jugar dos torneos al año en los links y me encanta. Gané el British Boys en 2010 y disfruto cada vez que vengo. En los links hay que pensar mucho desde el tee porque siempre hay bunkers en juego, aunque hoy estaba bastante blandito y se podía pegar bastante drive».
«En este tipo de campos siempre hay algunos golpes especiales y, sobre todo, necesitas pensar mucho más porque hay hoyos con varias opciones. La verdad es que me gustan».
Cañizares jugó por la tarde con un poco más de viento y entregó otro -5 con seis birdies y un bogey en su tarjeta. Termina contento y coincide con Otaegui en su valoración de los campos links.
«Empezar con una buena vuelta te da ánimos y muchas ganas para el resto de la semana. Ha sido una vuelta sólida y consistente. El campo no estaba muy exigente, había oportunidades de birdie y he conseguido leer bien los greenes y mantener la actitud positiva. Es un placer para mí jugar en campos links. Me gustó desde la primera vez que vine con 16 o 17 años. Era algo tan diferente que me gustó mucho. Hay que saber cómo jugarlo, cómo maniobrar la bola y, sobre todo, dónde botarla».
«No es un golf al que estemos acostumbrados en España y para mí es divertido. Es el golf tradicional. Aquí es donde empezó este deporte, en campos de golf diseñados naturalmente, sin muchas máquinas y aprovechando los terrenos que tienen. Sabiendo cómo lo hacían, siempre es bonito jugar un campo así en 2015».
Un golpe más atrás empatan en décima posición 9 jugadores con 66 (-4), entre ellos el argentino Emiliano Grillo, el norirlandés Graeme McDowell y el defensor del título Justin Rose.
La semana pasada McDowell falló el corte en su defensa del Open de Francia con una segunda vuelta de 78, su peor resultado en 32 vueltas jugadas en Le Golf National y quedó fuera de los 50 primeros del mundo por primera vez en cinco años. El héroe de la Ryder de 2010 solo tiene un top diez esta temporada y, a pesar de haber terminado este jueves con dos greenes seguidos a tres pats, cree que empieza a ver la luz al final del túnel.
G-Mac explicó que ha estado estudiando con su profesor Pete Cowen los vídeos de su swing de 2010, el año que ganó el Open USA en Pebble Beach y metió el pat de la victoria en la Ryder de Celtic Manor.
«Estamos intentando volver a los orígenes. Me estoy volviendo a colocar con los pies más juntos, como antes, y quiero utilizar el cuerpo para mover el palo como solía. He comprendido que, al intentar mejorar la técnica de mi swing, solo había conseguido estropearlo. Me ha venido muy bien jugar en un campo asequible, con oportunidades de birdie, porque necesito hacer pocas para recuperar la confianza. La vuelta de hoy ha sido un gran paso adelante».
Rose, por su parte, además de defender el título ya se está preparando para la semana que viene. El lunes y el martes fue a entrenarse a St Andrews y dejó a su caddie Mark Fulcher toda la responsabilidad de planear la estrategia de Gullane: «Mark está haciendo todo el trabajo duro y me está facilitando mucho las cosas. Gracias a él, he jugado muy tranquilo, no estoy gastando energía y el resultado es bueno».
En cuanto al resto de los participantes españoles, empatan en el puesto 19 con 67 (-3) Rafa Cabrera-Bello, Jordi García Pinto y Pedro Oriol.
Jorge Campillo y Miguel Ángel Jiménez empatan en el puesto 54 con 69 (-1) y suben del par Pablo Larrazábal (+1) y Eduardo de la Riva (+2).