El escocés Richie Ramsey comenzó empatado en cabeza en el penúltimo partido y enseguida se escapó con cuatro birdies consecutivos a partir del 3; un bogey con tres pats en el 7 frenó su ataque, y un triple bogey en el 8 con dos saltos de rana le hizo perder toda su ventaja.
Sin embargo, poco más adelante, en el 12 retomó la iniciativa dejándo la bola a medio metro del hoyo con un tiro soberbio y siguió con birdies en el 13 y el 14 para una vuelta final de 69 y un total de -10.
Segundo, a un único golpe de distancia, quedaba Romain Wattel, quien salvó el par del 15 metiéndola desde fuera para seguir en la pelea, pero el francés necesitaba dos birdies para forzar un desempate; hizo uno en el 17 pero falló el green del 18 para terminar con 70 (-9).
Así cuenta Ramsay el triple bogey del 8 (par 3 de 183 metros): «No toqué bien el golpe de salida y no llegó; pegué un approach pesado que no coronó y volvió rodando a la chuleta; desde ahí volví a fallar el green; por fin la metí en green de cuatro y dos pats… así que un seis fácil, pero seguí peleando; fue fundamental salvar el par del 9 y del 10 con dos pats buenísimos para no quedarme atrás. En el 12 pegué un golpe sensacional, y cuando me coloqué al pat me econtré comodísimo, veía la línea con toda claridad; entonces pensé: «Llegó tu momento ¡Ataca!».
«Fui a por todas en los dos hoyos siguientes, y el hierro 7 del 18 ha sido uno de los mejores golpes de mi vida, tanto la visualización como la ejecución… fue sencillamente perfecto».
Ramsay, titular de dos victorias en el circuito (Sudáfrica en 2009 y Suiza en 2012), llevaba sin ganar un euro esta temporada. Falló cuatro cortes en cinco torneos jugados, y en el que pasó (Dubai) tuvo que retirarse por lesión el fin de semana.
Al recibir el trofeo, dedicó un emocionado recuerdo a las personas que más le apoyaron durante su travesía del desierto: «Esto supone muchísimo para mí. Quiero dar las gracias a mi hermano y a Ángela, mi mujer. Mi hermano me ha apoyado siempre desde que yo era pequeño, así que esta victoria es para él y para Ángela».
El tercer puesto también ha estado muy apretado, ya que hasta seis jugadores empatan en tercera posición con -8, entre ellos Pablo Larrazábal, quien entrega un 68 (-4) con un parcial de 32 por los 9 segundos. Así valora su actuación: «Hoy (por el domingo) he hecho ocho birdies, hay que jugar muy bien este campo para hacer ocho birdies, pero también he hecho cuatro bogeys, que son demasiados para ganar un torneo. En toda la semana me he dejado cinco o seis golpes en el campo por errores que no se tenían que haber cometido, no por golpes malos. Eso lo tengo que trabajar».
Un golpe más atrás, José María Olazábal queda noveno empatado en -7 gracias a una vuelta final de 66 (-6) con nueve birdies y tres bogeys, que iguala la mejor del día. El ex capitán de la Ryder lleva, con este, 150 top diez en el Circuito Europeo y se ha declarado «encantado con el resultado. Ha sido un poco inesperado, cuando vine aquí no tenía mucha confianza en el juego. El primer día conseguí un resultado aceptable, el viernes lo pasé muy mal, pero en los segundos 9 de ayer empecé a sentir que las cosas encajaban, a encontrarme más cómodo. Hoy ha sido reflejo de esos 9 últimos hoyos de ayer. Soy consciente de dónde estoy, todavía tengo un camino bastante largo para recuperar la forma que quiero. Si la salud me acompaña seguiré peleando para llegar ahí».
«Hace mucho tiempo que no me encontraba en una situación como esta y tan contento. Un resultado como este justo antes de un torneo grande como Augusta siempre ayuda, pero soy consciente de que no tengo todavía una base sólida de confianza y necesito trabajar más. Además Augusta es un campo totalmente diferente a este, mucho más largo para mí … ya veremos lo que nos depara el Masters».
En cuanto al resto de los participantes españoles, Eduardo de la Riva (72), Jorge Campillo (73) y Rafa Cabrera-Bello (74) terminan en el puesto 34 con -2; Pedro Oriol (74) en el 54 con +1 y Nacho Elvira (74) en el 62 con +4.
