De este modo, ha ganado mucho terreno de cara a la terrible batalla que se desatará mañana sábado, en la ronda decisiva, en la que un puñado de compañeros van a intentar desbancarle de ese puesto 15º que ahora mismo ocupa en el ranking y que le da derecho a la carta del Euroean Tour.
“Uno intenta que no se note, pero los nervios son como los patos: fuera del agua el cuerpo parece quieto y tranquilo, pero dentro las patitas se están moviendo…”, explica el jugador, todavía sonriente tras el trabajo realizado.