Marc Leishman sigue liderando con 64 golpes (-6, ocho birdies y dos bogeys) la competición, pero ha visto como su ventaja inicial se reducía tras el buen hacer de Justin Rose y Charl Schwartzel. Ahora tiene a tres competidores directos muy pegados a él, lo que sin duda será un plus más de presión.
El inglés, ganador del Open USA el año pasado, llega a Akron en un gran momento de juego con dos victorias en los últimos meses: en junio el Quicken Loans National y en julio el Open de Escocia: “Al principio me metí en algunos líos, sobre todo en el 3 donde tuve que sacarla a la calle de lado y luego fallé el green con el wedge pero conseguí meterla desde fuera para salvar el par. Esas son las cosas que te van construyendo la vuelta”.
“Este campo es la prueba perfecta para mí. El año pasado quedé segundo con el par, así que puede ponerse duro, pero si juegas realmente bien te da oportunidades, sobre todo ahora que está blando”.
Por su parte, el sudafricano Schwartzel, empezó poco a poco desde el hoyo 10, sin demasiado ruido, pero cinco birdies al final de la vuelta le han puesto en una posición más que prometedora; al término de su participación, comentaba a los medios que desde que realizó el bogey del uno, no había vuelto a fallar un golpe: “Recuperé el ritmo y empecé a sentirme mucho mejor. No ha sido cuestión de técnica sino de sensación”.
El equipo español cuenta en esta ocasión con Sergio García, quien se encuentra bien situado, noveno empatado con 68 (-2); Miguel Ángel Jiménez, decimocuarto con -1; Pablo Larrazábal en el puesto 35 con +1 y Gonzalo Fernández-Castaño en el 76 con +9.
Marc Leishman sigue liderando con 64 golpes (-6, ocho birdies y dos bogeys) la competición, pero ha visto como su ventaja inicial se reducía tras el buen hacer de Justin Rose y Charl Schwartzel. Ahora tiene a tres competidores directos muy pegados a él, lo que sin duda será un plus más de presión.
El inglés, ganador del Open USA el año pasado, llega a Akron en un gran momento de juego con dos victorias en los últimos meses: en junio el Quicken Loans National y en julio el Open de Escocia: «Al principio me metí en algunos líos, sobre todo en el 3 donde tuve que sacarla a la calle de lado y luego fallé el green con el wedge pero conseguí meterla desde fuera para salvar el par. Esas son las cosas que te van construyendo la vuelta».
«Este campo es la prueba perfecta para mí. El año pasado quedé segundo con el par, así que puede ponerse duro, pero si juegas realmente bien te da oportunidades, sobre todo ahora que está blando».
Por su parte, el sudafricano Schwartzel, empezó poco a poco desde el hoyo 10, sin demasiado ruido, pero cinco birdies al final de la vuelta le han puesto en una posición más que prometedora; al término de su participación, comentaba a los medios que desde que realizó el bogey del uno, no había vuelto a fallar un golpe: «Recuperé el ritmo y empecé a sentirme mucho mejor. No ha sido cuestión de técnica sino de sensación».
El equipo español cuenta en esta ocasión con Sergio García, quien se encuentra bien situado, noveno empatado con 68 (-2); Miguel Ángel Jiménez, decimocuarto con -1; Pablo Larrazábal en el puesto 35 con +1 y Gonzalo Fernández-Castaño en el 76 con +9.
