Golfconfidencial. Donaldson, que llegó líder al domingo, reconoce que salió muy nervioso después de una mala noche, pero que procuró mantenerse siempre en el presente:
«Lo normal es estar nervioso cuando no has ganado nunca y llegas primero al último día contra unos rivales muy duros en un campo donde no puedes fallar un golpe» dijo.
«No he mirado en ningún momento las pizarras y no sabía exactamente lo que estaba pasando. Solo he tratado de jugar golpe a golpe y he conseguido dar muchos muy sólidos.»
Wall, su compañero de partido que salió a un golpe, empezó con birdie en el 1 pero retrocedió con triple bogey en el 2. Después de su tropiezo, se recuperó muy meritoriamente haciendo seis birdies más, y terminó segundo empatado con Cabrera-Bello y Zanotti, a cuatro golpes del líder.
Mikael Lundberg se apuntó 29 golpes por los 9 primeros y se puso por delante, pero el galés retomó la iniciativa haciendo tres birdies seguidos en el 2, 3 y 4. Luego perdió dos golpes en el 11 y el 16, pero los compensó con otros cuatro birdies.
Cuando Rafael Cabrera-Bello hizo dos birdies seguidos en el 15 y el 16, se convirtió en la principal amenaza de Donaldson, pero un fallo en el 17 frenó el ataque del español.
La vuelta más consistente fue la de Zanotti, con seis birdies y doce pares.
El resultado de -14 de la casa club nunca supuso un peligro real para Donaldson, que terminó con dos birdies: » En el 17 pegué el mejor drive del día, luego un gran segundo golpe y tiré a eagle desde cuatro metros. Y en el 18 creo que he dado los dos mejores golpes de mi vida.»
Terminó a lo grande metiendo el birdie, para entregar un 66, la mejor de sus cuatro vueltas por debajo de 70.
El publicó que agotó las entradas los cuatro días esperaba probablemente una victoria de casa, pero ni McDowell ni McIlroy ni Harrington se pusieron con opciones reales el domingo, y la galería del 18 supo dar a Donaldson la recepción de los campeones. «He elegido el mejor sitio para mi primera victoria, un campo fantástico y con el mejor público» declaró el galés.