Golfconfidencial. Ambos, junto a Jorge Campillo –quinto clasificado–, iniciaron la última jornada con serias opciones de añadir su nombre a la crecientemente grande peana del trofeo Centenario en virtud de los méritos adquiridos en jornadas pasadas.
Todas las miradas, sin embargo, se centraron en un primer momento en Simon Dyson, acreedor de alabanzas generalizadas tras certificar un birdie en el primer hoyo y, sobre todo, otro ‘encestando’ desde bunker en el segundo, directamente al hoyo, que le reafirmaban en el liderato. El inglés, con seis títulos en su haber, se ponía 7 bajo par ante la incrédula mirada de Pablo Larrazábal, una ventaja sólida que sin embargo se deshizo como un azucarillo por su empeño en destruir acciones gloriosas mediante errores devastadores, en este caso en los hoyos 5, 7 y 8, inoportunos tropiezos que dejaron al inglés fuera de combate en la práctica.
La situación fue aprovechada brevemente por el danés Soren Kjeldsen para proponer su candidatura al título, un propósito desmoronado a base de inoportunos bogeys en el 7 y en el 10 a pesar de que volvió a la carga mediante un birdie desde bunker, en su caso mediante una espectacular trayectoria rectilínea a ras de suelo.
Visto lo visto, llegó el momento de Francesco Molinari, un admirable ejercicio de paciencia y acierto. El italiano desarrolló poco a poco un master de serenidad y estrategia, fulminando lentamente a sus sucesivos rivales por su machacona insistencia en eludir errores a lo largo de un día glorioso. Birdies en el 1, 3, 5 y 9, fue otro acierto en el 10 cuando Francesco Molinari asaltó un liderato ratificado por dos más, ya demoledores, en los hoyos 13 y 14.
Descolgado Simon Dyson, insuficientemente regular Soren Kjeldsen, fueron Alejandro Cañizares y Pablo Larrazábal quienes realizaron una última propuesta ganadora, el madrileño a base de un final de torneo estratosférico –birdies en el 13 y en el 14 más eagle en el 16–, el barcelonés a base de seguridad y aplomo salpicados de aciertos (birdies en 12 y 16), insuficiente en cualquier caso para variar un rumbo ya escrito.
No en vano, el italiano Francesco Molinari afrontó la recta final a lo grande, exhibición de juego desde el tee hasta green moldeada hoyo a hoyo, golpe a golpe, gesto a gesto, putts milimétricos cimentadores de gloria, la gloria de un Open de España Centenario que acabó hablando italiano por primera vez en su historia.
CLASIFICACIÓN FINAL
1.- Francesco Molinari, 280 (70+71+74+65)
2.- Alejandro Cañizares, 283 (74+72+68+69)
+.- Pablo Larrazábal, 283 (71+72+69+71)
+.- Soren Kjeldsen, 283 (71+70+71+71)
5.- Jorge Campillo, 285 (68+72+73+72)
+.- Thorbjorn Olesen 285 (73+72+70+70)
ANTE EL MICRÓFONO
ALREDEDOR DEL GREEN
El pequeño de los Molinari se engrandece
El menor de los hermanos Molinari, una saga que junto con Matteo Manassero ha revolucionado el golf italiano, había conseguido dos victorias en el Circuito Europeo hasta la fecha. La primera, en el Open de Italia 2006; la segunda, mucho más sonada, en el WGC – HSBC Champions. Pero esta victoria es especial. Le permite ser el primer italiano en ganar un Open de España ya centenario y le convierte en el segundo jugador transalpino en número de victorias, sólo superado por Constantino Rocca, ganador de cinco pruebas.
A pesar de estas victorias, tanto Francesco como Edoardo son más reconocidos en el golf mundial por su desempeño en la Ryder Cup de 2010 en The Celtic Manor Resort, de bonito recuerdo para el equipo europeo. En Gales, los Molinari se convirtieron en la tercera pareja de hermanos en participar en la prueba. El pasaporte a la Ryder lo obtuvieron al ganar ese mismo año la Copa del Mundo en China. De esta forma, en sus ocho años como jugador profesional, Francesco Molinari ha amasado un buen palmarés que ha encontrado su guinda en el Open de España.
Notable alto para la Armada española
Alejandro Cañizares (-5), Pablo Larrazábal (-5) y Jorge Campillo (-3) han focalizado la atención de los aficionados españoles, si bien la actuación coral ha estado igualmente a una gran altura. A saber. Carlos del Moral (+1) andaba buscando un buen resultado y lo ha encontrado en el RCG de Sevilla, eagle incluido. El valenciano, vigesimoprimero, suele rendir bien en el Open de España. Adrián Otaegui (+5) vivió uno de sus mejores días como profesional para clasificarse en el puesto 40 con una ronda final de 70 golpes (-2) que pudo ser aún mejor. El de Goiburu llegó a ir con -4, pero tres bogeys consecutivos entre el 13 y el 15 ensuciaron ligeramente su buena actuación.
Otro de los jóvenes que se va contento del Open de España es Borja Etchart (+6), que con +3 en el último día supo manejarse entre los mejores del Circuito Europeo. Tanto el vizcaíno como el propio Jorge Campillo forman parte del Pro Spain Team, el programa de la RFEG de ayuda a los jóvenes profesionales.
Por su parte, Rafael Cabrera-Bello (+3), uno de los mejores españoles esta temporada –de hecho, el único que ha ganado hasta el momento–, no pudo mantenerse en el Top 25 pese a finalizar el día con +1. Su tercera vuelta, de 75 golpes, supuso una losa para el canario. El resto de españoles que pasaron corte fueron José María Olazábal (+7), Gonzalo Fernández-Castaño (+9), José Manuel Lara (+9), Manuel Quirós (+13) y Raúl Quirós (+16).
Manassero y mucho más
El buen ‘field’ del Open de España 2012, con jugadores foráneos de primer nivel, hacía presagiar un buen final de torneo. Así ha sido, principalmente, para Francesco Molinari (-8), Soren Kjeldsen (-5) y Thorbjorn Olesen (-3), pero también para otros cinco golfistas que han tenido sus opciones de triunfo y, al menos, han sido Top 10.
Con -2 han empatado el austriaco Markus Brier, el norirlandés Gareth Maybin, el inglés Graeme Storm, el italiano Matteo Manassero y el belga Nicolas Colsaerts, que este año lleva un segundo y un tercer puesto y aspiraba a ascender un peldaño en Sevilla. Su cuarta victoria en el circuito tendrá que esperar, a pesar de que la misma regularidad que está mostrando esta temporada la trasladó al RCG de Sevilla (dos rondas de 72 y una de 71).
En esta terna destaca la presencia de Matteo Manassero, una de las grandes atracciones del Circuito desde que se convirtiese en el jugador más joven en ganar en el European Tour. El italiano ha jugado a gran nivel en Sevilla, pero su tercera ronda (76) le dejó fuera de las quinielas. “Estoy contento aunque, obviamente, no todo lo contento que me gustaría estar. He jugado bien pero no ha sido suficiente”, indicó el veronés de 19 años.
El defensor del título, el sudafricano Thomas Aiken cerró su nuevo paso por el Open de España con +7, instalado en el puesto 46.
Francesco Molinari: “es un torneo histórico”
Francesco Molinari era todo alegría al ganar el Open de España 2012. Lo ha celebrado con su mujer y su hijo, apostado en el 18 a la espera de que acabasen el resto de partidos. Una vez certificada su victoria, el menor de los Molinari ensalzó la importancia de “ganar un torneo con tanta historia y con tanto prestigio. Ha sido un día genial y una victoria fantástica, me ha salido todo como quería. Así es el golf, cuando salen las cosas y todo se pone de tu parte tienes que aprovecharlo”, dijo el italiano. Además, el turinés aseguró que le encanta jugar en España, “un país que aprecio enormemente”.
Por su parte, Pablo Larrazábal lamentó que no haya sido posible “coger ritmo en la vuelta para ir haciendo birdies”. Aun así, el barcelonés remarcó que la semana ha sido “muy positiva en muchos aspectos”.
Todo un homenaje a Seve
El Open de España de 2011 será recordado por ser en el que el golf español, europeo y mundial perdió a Severiano Ballesteros, al gran Seve. Fue en la madrugada de un 7 de mayo cuando el corazón del jugador más reconocido del golf mundial dejó de latir. Nos dejó el golfista y nació el mito.
En El Prat se vivieron escenas tremendamente emotivas: un abrazo interminable entre José María Olazábal y Miguel Ángel Jiménez; las sentidas palabras del Presidente de la RFEG, Gonzaga Escauriaza, y de la Presidenta de Honor, Emma Villacieros; el incansable trabajo de las decenas de periodistas que cubrieron la noticia; el homenaje de todos los jugadores a su ídolo… El ganador del torneo fue el sudafricano Thomas Aiken, que dio una exhibición de juego en la última manga, pero el gran protagonista del torneo fue el genio de Pedreña. Hasta España llegaron mensajes de condolencia de todas las partes del mundo, preludio de lo que fue un funeral con todos los honores. Un año después, el recuerdo de Seve está más vigente que nunca. En lo deportivo, por el espíritu ganador que siempre le caracterizó, y en lo personal por su lucha ante una enfermedad que apenas le pudo doblegar. Gracias por todo, Seve.