“Me vine abajo después de jugar en Marruecos, y decidí irme tres semanas de vacaciones con mis hijos a Bahamas, que me han venido de maravilla. Hemos disfrutado mucho y jugado poco al golf.
Estoy encantado de ganar otra vez, me da pena por Wood porque ha jugado muy bien, somos del mismo grupo de jugadores, y es una pena por él, yo he estado muchas veces en la misma situación y sé cómo se debe sentir ahora mismo. Pero yo estoy encantado.
Cuando sales el último día a tratar de alcanzar al líder, esperas un día como este, que haga viento para darte más posibilidades de ganar. Hoy estaba muy complicado, el campo es difícil pero el viento lo ha dificultado mucho.
He trabajado mucho con el putt, he consultado a Ewan Murray, este es como todos los trabajos, que si sigues trabajando duro, al final los resultados salen.
Puede que no sea el torneo más importante del calendario, ni tenga a los mejores jugadores del mundo, pero el campo de golf es fantástico, está diseñado por un gran jugador y para mi es una victoria importantísima, después de 3 años sin ganar hacerlo aquí es maravilloso.
Olazábal –a quien llama Tronki- es todo un caballero, un gran amigo, es muy especial para mi y me ha ayudado muchísimo en los peores momentos. Él ha pasado dos semanas muy duras y me ha encantado jugar hoy con él.
Por supuesto que Seve estaba en la memoria de todos, y si estamos aquí es por él, por eso creo que es una victoria especial ganar en su país justo cuando nos ha dejado.
Hoy salí con una frase grabada en la cabeza: nunca, nunca, nunca, nunca, nunca tires la toalla. De Winston Churchill”.