Una tarjeta de 212 golpes es la que tiene la culpa de que Adrien Saddier, jugador de origen francés, se haya impuesto en la última prueba disputada del Gecko Tour, concretamente la que ha tenido lugar en los campos de The San Roque Club y Finca Cortesín.
Dos golpes de ventaja son los que ha conseguido respecto al segundo clasificado, el alemán Patrick Klopp, y seis sobre los terceros clasificados, el también francés Adrien Bernadet y el sueco Anton Karlsson, quienes han compartido la tercera plaza en un podio totalmente repleto de jugadores extranjeros.
La cita en San Roque y Cortesín es una de las más esperadas cada temporada en el Gecko y una vez más no ha defraudado en absoluto, con recorridos con un alto nivel de exigencia que han hecho que sólo Saddier y Kopp hayan conseguido acabar bajo par después de tres días de competición.
Saddier es otro ganador de prestigio para el Gecko. Tiene 23 años y es una de las grandes promesas del golf francés. Completó una magnífica carrera como golfista amateur, logrando triunfos importantes y llegando a ser número 10 del mundo y destacando en una muy brillante generación de golfistas galos compuesta por Victor Dubuisson, Alexander Levy, Gary Stal o Romain Wattel, jugadores todos ellos muy asentados en el European Tour y con varias victorias en su palmarés: «Todos ellos son el ejemplo que deben seguir los franceses que juegan al golf. Son los referentes y creo que están ayudando a que el golf sea más importante en Francia», aseguraba Saddier durante la entrega del trofeo.
Hay que recordar que Saddier ya tuvo en 2014 la tarjeta del Circuito Europeo, obtenida de manera fulgurante, apenas unos meses después de hacerse profesional y a través de la Escuela. En su primera temporada en el máximo nivel no pudo mantener la tarjeta, pero dejó algunas muestras de lo que es capaz de hacer, firmando por ejemplo un 64 en la tercera jornada del Commercial Bank Qatar Masters y saliendo a jugar el último día en el penúltimo partido. El propio Saddier admite que aquella temporada fue un gran aprendizaje: «Fue todo muy rápido; al pasar de amateur a pro tuve que cambiar algunas cosas en mi forma de jugar y no es fácil de asimilar. Aún así, tengo la sensación de jugué bien», señala.
El golfista francés está tratando de volver ahora al European Tour; de momento, tiene la tarjeta del Challenge y confía en regresar pronto con los mejores, algo a lo que le está ayudando el Gecko: «Es un circuito que está genial. Es muy bueno para los jugadores poder venir aquí y jugar en invierno donde en otros sitios es imposible», remató.
El torneo contó también con la presencia destacada del inglés Barry Lane, leyenda del golf europeo, hoy senior, que falló el corte por un solo golpe, así como Roman Sebrle, uno de los mejores deportistas de todos los tiempos, campeón olímpico de decatlón y actual recordman mundial.
La próxima cita del Gecko Tour será en la Academia de Miguel Ángel Jiménez, en Torremolinos, los días 6, 7 y 8, donde la primera jornada será Pro-Am y las dos siguientes sólo para profesionales.