Su victoria se fraguó en una hora de magia, en un extraordinario póker de hoyos cuando el torneo se estaba decidiendo. Kelly encadenó cuatro birdies entre el 3 y el 6 del recorrido de Guadiaro (empezó por el 10) y asaltó el liderato a la fuerza. Posteriormente, hizo bogey en el hoyo 7, pero gran parte del trabajo ya estaba hecho.
“Tengo que dar las gracias a todos los que hacen posible el Gecko, a Rupert Hubbard, Patricia Guerrero, Ken Lingwood, los patrocinadores, los que mantienen este nivel extraordinario en los campos y, por supuesto, a los jugadores, que hacen que el Gecko sea un desafío cada semana para todos. Nos ayuda a los profesionales a mantenernos en competición y, sobre todo, a mejorar nuestro nivel”, dijo Kelly tras recibir el talón del ganador.
Gabriel Cañizares llegó con opciones de forzar el desempate en el último hoyo. El jugador andaluz tiró para birdie y la pelota se quedó literalmente colgando del hoyo. No tuvo suerte el mayor de los Cañizares, ya que en su trayectoria, la bola se topó con una marca de clavo y dio un pequeño salto, lo suficiente para quedarse corto unos escasos milímetros.
En cualquier caso, este torneo supondrá un espaldarazo para Gabriel en su objetivo de conquistar el Orden de Mérito. Ha conseguido recortar diferencias respecto al líder, Carlos Rodiles, que se veía obligado a abandonar en la segunda jornada del torneo.
Jason Kelly se une a Manuel Quirós, los únicos jugadores que han conseguido dobletes consecutivos esta temporada en el Gecko.