Es su segunda victoria en el recorrido gaditano. El jugador nórdico controló la situación en todo momento y cerró el triunfo con una tarjeta de 73 golpes para un total acumulado de -5, un excelente resultado teniendo en cuenta las difíciles condiciones de juego.
Kelly supo templar los nervios en un campo que supone un constante desafío para los jugadores. Incluso, se permitió el lujo de llegar al traicionero hoyo 18 con margen suficiente para saborear la victoria. Terminó con bogey, que hoy era prácticamente como hacer el par. De hecho, entre los veinte primeros clasificados sólo se vio un birdie y ocho pares en ese hoyo final.
San Roque siempre ofrece espectáculo y esta semana no fue menos. Apenas cinco jugadores lograron bajar del par, y dos de ellos, Manuel Quirós y Tomás Jesús Muñoz, lo hicieron con -1. La lluvia fue una constante en las dos jornadas de este Gecko, hasta el punto de que el miércoles a las nueve y media de la mañana estuvo a punto de suspenderse el juego. Sin embargo, el director del torneo, Pablo Mansilla, aguantó la situación y el cielo dio una pequeña tregua. Está claro que no sólo los jugadores tienen que templar los nervios en el campo de golf.
Jason Kelly: «Me encanta San Roque, el campo y el club. Es un recorrido que me entra por el ojo cuando estoy en el tee y, además, parece que es el único en el que consigo patear bien»