Brian Harman sobrevivió a un viento de casi 50 kph jugando los últimos 13 hoyos sin un bogey, lo que le dio un 72 y una ventaja de tres golpes en un Valero Texas Open tan difícil que sólo siete jugadores lograron romper el par.
Harman tuvo su oportunidad de unirse a ellos hasta que falló por poco un intento de birdie de tres metros y medio en el hoyo final en el TPC San Antonio.
Estaba más que satisfecho de terminar con su primer liderato en 54 hoyos desde que ganó el Open Championship hace dos años en Royal Liverpool. Esa también fue su última victoria, y Harman tiene una gran oportunidad de poner fin a esa sequía.
«Ha sido un día duro», dijo Harman. «Cuando llegas a este lugar y sopla el viento y las banderas están escondidas, es un día realmente duro».
Estaba en 12-bajo, tres golpes por delante de Andrew Novak (69), con Tom Hoge (68) otro golpe por detrás al entrar en la ronda final. Keith Mitchell tuvo un 73 y está cinco detrás. Mitchell y Novak necesitan ganar para acceder al Masters la semana que viene.
Novak también busca su primer título en el PGA Tour, y tiene un muro al que agradecer sus posibilidades.
Pegó bien el hierro 5 a la derecha en el hoyo 16, par 3. Golpeó la pared debajo de las gradas y rebotó en el rough hasta el green a un metro y medio para un birdie de lo más improbable.
«Obviamente, no es un gran golpe, pero sé que si está ahí, hay algo de espacio, puede estar bien», dijo Novak. «No esperaba que botara hacia atrás y entrara en el green. Obviamente fue ridículo. No fue el mejor swing y a veces el golf te recompensa».
No hubo muchas recompensas en este día, con un viento en dirección contraria. Nadie pudo alcanzar dos de los pares 5 del recorrido de Oaks, y la puntuación media fue de casi dos golpes por encima del par.
«El 17 y el 14 fueron realmente las dos únicas oportunidades de birdie que tuvimos en todo el día», dijo Mitchell. «Todo lo demás era intentar encontrar un green, intentar encontrar una forma de parar la bola. Ojalá hubiera estado un poco más cerca de Brian. Hizo dos birdies llegando. Aún tengo una oportunidad».
Sam Ryder, que empezó con un 63, tuvo ocho cincos en su tarjeta y firmó un 77 para pasar de jugar en el grupo final a estar fuera de la contienda.
Patrick Cantlay terminó los primeros nueve hoyos con un par de bogeys, ambas veces fallando putts de par desde metro y medio o menos, y firmó un 74 para terminar ocho golpes por detrás. Jordan Spieth estaba en el grupo otro golpe por detrás después de un 73.
