Lexi Thompson parecía la de siempre mientras paseaba por el TPC Summerlin.
La 11 veces ganadora del LPGA Tour se mostró habladora, recibiendo consejos sobre el campo de Michael Kim y Ben Griffin, con quien Thompson jugó durante la ronda de prácticas del martes. Cuando llegó el momento de golpear, emergió la naturaleza estoica por la que es conocida. También lo hizo su impresionante juego de tee a green.
Por dentro, sin embargo, apenas parecía normal. Cuando el grupo comenzó los últimos nueve hoyos, Griffin preguntó a Thompson si ya se sentía como en un gran campeonato. La respuesta fue un rotundo sí.
«Significa mucho para mí», dijo Thompson, que juega esta semana el Shriners Children’s Open en Las Vegas con una invitación de patrocinador.
Se convertirá en la séptima mujer en jugar un torneo del PGA Tour. Annika Sorenstam, Michelle Wie West, Suzy Whaley y Brittany Lincicome son las únicas que han competido en un evento del PGA Tour en los últimos 70 años, mientras que Babe Didrikson Zaharias fue la primera mujer en recibir una invitación de patrocinador en 1935.
Preguntada por el lugar que ocuparía entre sus mayores logros el haber pasado el corte esta semana, Thompson dijo que estaría «sin duda en lo más alto». Es una hazaña que no se conseguía desde que Zaharias lo hiciera dos veces en 1945.
Es una aparición histórica que se produjo con bastante rapidez. Thompson recibió la llamada de los responsables del torneo hace menos de dos semanas, justo cuando se preparaba para la ronda final del Walmart NW Arkansas Championship. Era la primera vez que le pedían que jugara en un evento del Tour. Originalmente tenía planes para esa semana, pero se cambiaron rápidamente. Estas oportunidades no se presentan a menudo. Thompson recibió palabras de ánimo de Wie West y Sorenstam. También recibió muchos consejos de sus hermanos, Curtis y Nicholas Thompson, que han jugado en el PGA Tour.
Lexi Thompson llega al torneo en buena forma. Jugó en el equipo estadounidense de la Solheim Cup en septiembre, y después consiguió dos top 10 consecutivos en la LPGA. Es una de las pegadoras más largas del circuito femenino, con una media de 270,3 yardas desde el tee esta temporada. Esta semana en Las Vegas confiará en esa arma. Planea golpear con el driver en casi todos los pares 4 y 5, una rareza para ella en los campos de la LPGA, que a menudo priorizan la precisión sobre la distancia. Eso la hace sentirse muy cómoda para ser competitiva.
«Estoy contenta de poder bombardear con el driver en todas partes», dijo.
El defensor del título, Tom Kim, comentó entre risas: «Le pega muy lejos a la pelota. Si jugara con ella, me preocuparía».
