El objetivo de los 123 participantes es el de emular a figuras del golf español que antes de dar el salto al profesionalismo dejaron su huella en la competición, como es el caso de Jon Rahm, ganador en 2014 y 2015.
Las bajas de Alejandro del Rey y Eugenio López-Chacarra, envueltos en compromisos deportivos más allá de nuestras fronteras, se contrarrestan con la presencia de jugadores de primer nivel capacitados para cuestionar su hegemonía en el Ranking Nacional, empezando por los barceloneses Eduard Rousaud (-3,5) y David Puig (-3,2) -ganador este mismo curso de los Campeonatos de Barcelona y de Madrid-, claros exponentes de este grupo.
Ambos golfistas saben que este torneo, además de ofrecerles la opción de ganar uno de los trofeos más codiciados del año, les puede servir para coger carrerilla de cara a lo que se viene este verano, Europeos por Equipos incluidos.
Lo tendrán complicado, eso sí, ya que el abanico de aspirantes es amplio y engloba a un buen número de golfistas con buena trayectoria, presente y futuro a sus espaldas. Ahí están chicos como el castellonense José Luis Ballester (-3,5), el cordobés Víctor Pastor (-3,3) -vencedor del Campeonato de España Universitario 2019- o el sevillano Enrique Marín (-3,1).
Tampoco, claro está, conviene dejar fuera de la ecuación a todo un campeón de España Sub 18, Álvaro Mueller-Baumgart (-2,8), uno de los integrantes de la nueva generación llamada a tomar el mando del golf español. Su quinta la integran, además de los ya citados Rousaud o Puig, Hugo Aguilar (-2,5), Pedro Marín (-2,2), Samuel Espinosa (-2,1) o Albert Boneta (-1,9).
La competición, puntuable para el Ranking Mundial 2019, se juega a 72 hoyos Stroke Play Scratch en cuatro días consecutivos, a razón de 18 cada día. Después de la tercera vuelta se realizará un corte que lo pasarán los 60 primeros clasificados y empatados en el puesto 60.