El grupo hotelero con sede central en Mallorca, que presentaba en la pasada edición de Fitur un acuerdo estratégico con Soltour, mantiene una infraestructura de primer orden en esta zona del globo.
Hoteles como Paradisus Palma Real, Gran Meliá Caribe Beach, Garden Suites by Meliá, Falcon´s Resort y Meliá Punta Cana Beach ofrecen al viajero diferentes opciones y experiencias para que su estancia en Punta Cana sea inolvidable y enriquecedora. Y esta oferta está complementada con Cocotal Golf Club y el Parque Katmandú, para disfrutar del ocio de manera recreativa y deportiva.
El Meliá Punta Cana Beach iba a ser el elegido para nuestro viaje. Un hotel magnífico, con una dedicación muy especial al concepto del “Wellness”, un segmento que en los últimos años ha tenido una proyección espectacular. El golfista que desee complementar la magnífica colección de campos de esta zona del país, puede asociarlo a momentos de relajación e introspección que serán recordados.
La recepción a nuestra llegada por parte de Reyes Guzmán, Wellness Sales Director, y su equipo, es hospitalaria, ágil y rápida. Nos trasladan en buggies a la zona Level solo para adultos, al borde del mar, con recepción personalizada, donde nos explican todos los servicios de los que podemos disfrutar. Que pena no disponer de más tiempo o de más días. Estos se hacen cortos en un “Fam Trip”. La vista desde la Recepción no puede ser más atractiva.
Ducha en la habitación, cena en el restaurante exclusivo de Level y un paso breve por la terraza chill out de la segunda planta del edificio de la Recepción. Gente agradable, servicial, que se preocupan de que no te falte nada, que tu experiencia sea inolvidable. Un gin tonic y a descansar.
Las habitaciones, espaciosas, cómodas, con ducha donde puedes practicar un putt de cuatro metros usando el desagüe como hoyo, a 14 pies de velocidad y con caída, ja ja ja, complementan el descanso absoluto. Ni un ruido. La noche pasa volando. Nos espera Punta Espada GC el domingo por la mañana.
Ya había jugado el campo en 2015. En aquel año estaba como responsable Efrén García Estrada, miembro de una conocida familia de golf de Tenerife. Y también estaba trabajando para la parte inmobiliaria, Ángel Sartorius, amigo de la juventud, compañero en los equipos de Puerta de Hierro, Federación de Madrid y Nacional. Es un gran diseño de Jack Nicklaus, que ha albergado en varias ocasiones un torneo del PGA Tour Champions. Campo abierto, de calles generosas, con greenes movidos, y con cuatro o cinco hoyos espectaculares. La secuencia del 2, par cinco, 3, par cuatro y 4, par tres, por los primeros nueve hoyos y la de los hoyos 12, par cinco, 13, par tres, 16, par tres y 17- 18 pares cuatro, por los segundos, son sencillamente espectaculares.
El hoyo emblemático del campo es el 13, que desde barras negras tiene 270 yardas, y que debes jugar por encima del Atlántico/Caribe. Si, 270 yardas par 3 por encima de “no man´s land”. La USGA debió pasar por aquí. Punta Espada está en un cabo donde confluyen los dos mares, casi como la zona del estrecho gaditano. Si coincides justo con una ola batiente, la instantánea es para enmarcarla. Una gran experiencia para el golfista, desde luego.
Terminando, y casi bajo la fina lluvia, cae otra de las fotos de la semana. Una cerveza rápida en la terraza de la Casa Club y de regreso al hotel. Ducha rápida o baño en el mar y almuerzo. Nos esperan nuestros momentos de Wellnes.
He de decir que las dos sesiones fueron especiales. Tanto la del laberinto al aire libre para encontrar nuestra relación de equilibrio físico/emocional, y la de relajación en interior, mediante sonidos con campanas, diapasones y otros elementos, unido a los aromas utilizados, a mi por lo menos me dejaron “planchado”. Dicen mis compañeros de viaje que alguien se durmió por mi sector. Yo no lo recuerdo…. Será por algo. Igual tenían razón. Gran experiencia.
Tiempo para un baño en la playa o en la piscina, ducha y a tiempo para llegar al cocktail con los responsables del hotel. Conocemos a Alejandro García Díaz, un joven dinámico, inteligente, locuaz y simpático. Director Asociado de Ventas para República Dominicana. Foto de familia en el chill out y compartimos mesa y mantel con los citados al borde del mar. Música en directo. Que pena que se va acabando lo bueno.
Aún nos quedaban algunas cosas por hacer. Al día siguiente Cocotal Golf Club, el campo propiedad de Melía. Diseñado por Pepe Gancedo, ilustre jugador de la época dorada del golf amateur español. La época de Eduardo de la Riva, Román Tayá, Alfonso Vidaor, Nicasio Sagardía, Borja Queipo de Llano, Luis Gabarda y tantos otros, verdaderamente aficionados. La época en la que empecé a jugar.
Pepe diseñó campos como Torrequebrada, Montemayor y Lerma, y también puso su impronta en estas tierras. Campo divertido, interesante, como todos los campos de Gancedo. Equilibrado, que te hace disfrutar. Siempre en buenas condiciones de mantenimiento. Esto es culpa de Eileen Hidalgo, su Directora, una mujer alegre y dicharachera. Aquí no hay nadie serio. Disfrutan de la vida.
El green fee está incluido de manera ilimitada para los clientes alojados en los hoteles del Grupo. Una muy buena opción para los que no pueden estar ni un solo día sin jugar, además de disfrutar de Corales, Punta Espada, la Cana y otros. Incluso para una vuelta rápida antes de salir hacia el aeropuerto el día de la partida. El campo está a “pie de pista” y los hoteles de Meliá están a escasos 30 o 40 minutos del Aeropuerto internacional de Punta Cana.
Tras el almuerzo, check out, una breve charla por parte de Alejandro García Díaz para explicarnos la variada oferta del grupo, los proyectos de expansión y crecimiento futuros, y darnos las Gracias por haber compartido estos días con ellos. Que Grandes. Nosotros somos los que estamos agradecidos.
Antes de salir hacia el aeropuerto, visita a la última incorporación del Grupo. El Meliá Falcon Resort, un concepto de hotel más familiar. Impresionante. Pasamos por el parque recreativo Katmandú, donde disfrutamos como jóvenes de varias de sus atracciones, recogemos nuestras pertenencias y Coming2 nos traslada al aeropuerto. Check in ágil, tiempo para unas compras de última hora y vuelo de regreso con Air Europa puntual en salida y llegada.
Al llegar a Barajas, foto de familia, despedidas, agradecimientos. Todos nos conocíamos. Pero ahora hemos intimado como ninguna relación profesional puede hacer por muchos años que hayan sido.
En mi lista de agradecimientos, en primer lugar, a Soltour, por la invitación y la oportunidad y en especial a Luisa Jiménez, Responsable de Desarrollo de Negocio Golf, por el inmenso trabajo y su dedicación. Con siete fieras como nosotros, todo salió perfecto. ¡Enhorabuena! El trabajo dará sus frutos.
A los responsables y directivos de los Hoteles Bahía Príncipe y Meliá y de los campos de golf, porque hicieron que me encontrara como en casa o incluso mejor que en ella.
A mis compañeros de viaje, Luisa, Elena, Jorge, Fernando, Carlos, Mario y Guillermo, porque esta experiencia será inolvidable para mi.
Y a Golfconfidencial.com por permitirme contarla, recordarla de nuevo y compartirla con todos vosotros.
El viaje se acaba. Las experiencias perduran. Los recuerdos serán imborrables. Gracias a Soltour por haberlo hecho posible. Os toca vivirlas. Es vuestro turno.
