He jugado prácticamente por todo el mundo salvo Lejano Oriente, y me apetecía conocer un destino tan interesante a primera vista. En esta y mi próxima aportación compartiré mis impresiones e ideas sobre este atractivo lugar para vivir experiencias diferentes a la habituales.
Soltour tiene una estructura sólida en este mercado. Trabaja con la Compañía World2fly con vuelos al aeropuerto de Cancún. Aviones modernos, espaciosos y cómodos. El proceso de check-in es sencillo, y tanto en Barajas como en Cancún la entrega y devolución del equipaje es ágil. Curiosamente, los palos de golf, que salen por cinta aparte en Cancún, llegan antes que las maletas. El tiempo de espera de las mismas es razonable para un aeropuerto con tráfico denso de viajeros que llegan de todo el mundo.
Coming2 es el receptivo del Grupo Piñero que realiza las operaciones terrestres. Nos están esperando a la llegada y el traslado en privado al hotel Bahía Príncipe Luxury Sian Ka’an 5* es rápido. La recepción, aunque llegamos casi a medianoche, es muy rápida y hay disponibilidad para cenar algo en el Pool Bar. Estamos cansados, pero el viaje ha sido tranquilo y sin sobresaltos.
El hotel es un verdadero parque. Vegetación y arbolado tropical por doquier. Un espectáculo para la vista. La habitación, y sobre todo, la cama, cómodas. El descanso está asegurado. Fuera, ni un ruido. Paz y descanso totales.
Nuestro primer día será especial. Jugamos PGA Riviera Maya, el campo propiedad del Grupo. Estamos a pie de pista, en argot de esquí. Tanto es así que uno puede ir andando en unos cinco minutos desde la habitación hasta el campo.
Nos recibe el director del campo y su equipo, personal español con dilatada experiencia y formación en golf. Casa Club moderna que está en expansión.
El personal de golf, amable, como todos los que nos hemos encontrado por doquier, nos pone en el tee del 1 en un santiamén. Gran campo diseñado por Robert Trent Jones II, de calles anchas y onduladas. Jugamos sobre hierba “paspallum”, poco habitual en España. Con mucho movimiento, greenes grandes y rápidos. Todo un reto para cualquier jugador desde su tee de salida correspondiente (muy importante la elección del mismo para el pleno disfrute). Hay que tener en cuenta que estamos a nivel de mar, con más presión atmosférica y con humedad. Se hace menos distancia, por lo tanto. Yo recomiendo siempre a mis alumnos jugar las yardas (aquí se utiliza en sistema imperial) como si fueran metros.
Cenotes, iguanas, lagos… nos acompañan en nuestro recorrido. Todo un reto, como digo. Por esto se han disputado pruebas del PGA Tour Latinoamérica y del Korn Ferry Tour. Me acerco a ver algunos hoyos desde las barras negras de Championship. Esta gente juega a otro nivel. Brutales….
Pese a que hay jugadores en el campo el ritmo es rápido. Todos en coche. En el hoyo 9 pasas por el bar intermedio y el buggy bar nos ofrece bebida tres veces en 18 hoyos. Hay que hidratarse con regularidad. Evitar la deshidratación. El sol pega de lo lindo. Protector solar fundamental.
Tras la vuelta, conocemos el recorrido de nueve hoyos executive. No solemos tener estos recorridos en España. No es un pitch and putt. Ideal para trabajar con alumnos y para una vuelta rápida el día de regreso a España antes de hacer el check out. Bonito, compensado y con hoyos largos.
PGA Riviera Maya, que quizás ha estado un poco en la sombra de Mayakobá por el hecho de la celebración del torneo del PGA Tour, no tiene nada que envidiarle, sino que, en mi opinión, es al revés. En la siguiente entrega os lo explicaré.
Nuestro primer día, simplemente espectacular. Acabamos con una cena en Maiko, uno de los restaurantes temáticos del hotel.
Y a descansar……