El golpe milagroso de Seve en Crans en 1993
Comenzamos nuestro repaso con el incomparable Seve Ballesteros y su habilidad única para hacer golpes impisibles.
Un golpe en la última vuelta dejó a Ballesteros con la necesidad de hacer un birdie en el 18 para mantener la esperanza de alcanzar al inglés Barry Lane y ganar el Masters Europeo en 1993.
Pero un drive bloqueado a la derecha, a metro y medio de un muro de dos metros de altura, parecía haber acabado con sus posibilidades de victoria en Crans-sur-Sierre.
Sin embargo, con el caddie Billy Foster implorando a Ballesteros que tirara de lado, el español insistió en que podía ver un hueco entre la parte superior del muro y un grupo de árboles.
Incluso con su backswing obstaculizado por un árbol, Ballesteros realizó un extraordinario golpe de recuperación por encima del muro que terminó justo al lado del green, antes de embocar increíblemente para un birdie que finalmente sería en vano, ya que terminó un golpe por detrás de Lane.
Descrito por Foster como «el mejor golpe que he visto nunca», a Ballesteros se le preguntó más tarde por qué había optado por un golpe tan arriesgado, a lo que respondió, simplemente: «Me gusta seguir adelante».
Europeos con chaquetas verdes en 1995
Seve Ballesteros fue un pionero del golf europeo, convirtiéndose en el primer jugador del continente en vestir la codiciada Chaqueta Verde cuando ganó el Masters en 1980.
Sólo las tres victorias de Gary Player en 1961, 1974 y 1978 habían interrumpido el dominio de los golfistas estadounidenses en el Augusta National Golf Club.
Seve Ballesteros, que volvió a ganar el Masters en 1983, precedió a otros triunfos europeos de Bernhard Langer, que ganó en 1985 y de nuevo en 1993, Sandy Lyle y los títulos consecutivos de Nick Faldo en 1989 y 1990.
Ian Woosnam continuaría la tendencia en 1991, antes de que José María Olazábal, se proclamara campeón tres años después.
En el Masters de 1995, los seis ganadores europeos posaron fuera de la casa club antes de la Cena de Campeones.
Colin Montgomerie gana su tercer Volvo PGA Championship
«Estoy encantado de hacer historia».
Esa fue la abrumadora reacción de Colin Montgomerie tras ganar el Volvo PGA Championship en Wentworth por tercer año consecutivo en el 2000, una hazaña nunca antes lograda.
El escocés, número uno de Europa durante las siete temporadas anteriores, hizo una ronda final de tres bajo par y 69, incluyendo una tripleta de birdies desde el hoyo 11 en su camino hacia la victoria.
Terminó con tres golpes de ventaja sobre sus compañeros de equipo en la Ryder Cup, Lee Westwood, Darren Clarke y Andrew Coltart.
La victoria también le convirtió en el primer jugador en ganar el mismo evento durante tres años consecutivos desde que Nick Faldo ganó el Open de Irlanda de 1991 a 1993.
Shane Lowry gana en Irlanda como amateur
Shane Lowry hizo realidad un sueño con la victoria en el Open de Irlanda de 2009.
Su primera victoria en el Tour llegó en su primer evento en el Tour, convirtiéndose en el sexto jugador en hacerlo, y fue en casa.
«No me lo puedo creer», dijo después de hacer un par en el tercer hoyo de desempate para derrotar a Robert Rock bajo una lluvia torrencial en Baltray.
Lowry había fallado antes un putt de metro y medio para ganar en el hoyo 72, pero, animado por su afición, se recuperó para vencer al inglés, más experimentado, en los hoyos extra.
Una década más tarde, Lowry ganó su primer título de Major en el Open Championship de Royal Portrush.
Matteo Manassero se convierte en el ganador más joven del Tour
Con 17 años y 188 días, Matteo Manassero se convirtió en el campeón más joven de la historia del Tour con una impresionante victoria de cuatro golpes en el Castelló Masters 2010.
Tras comenzar el día con dos golpes de desventaja sobre el líder de la ronda final, Gary Boyd, el adolescente italiano Manassero hizo un 67 para terminar con cuatro golpes de ventaja sobre Ignacio Garrido.
La victoria le permitió batir el anterior récord establecido por el neozelandés Danny Lee, que tenía 18 años y 113 días cuando ganó el Johnnie Walker Championship en 2008.
«Soy demasiado joven para beber, soy demasiado joven para conducir, así que no me compraré un coche y no tengo novia que quiera un regalo», dijo Manassero después.
Su récord se mantiene imbatido hasta el día de hoy.
