Al menos esa es la premisa básica de la quinta edición de The Match de esta noche. Durante la mayor parte del año pasado, Brooks Koepka y Bryson DeChambeau y sus fans se han lanzado indirectamente el uno contra el otro, y el tira y afloja llegó a ser tan absurdo que el Comisionado del PGA Tour, Jay Monahan, llegó a decir que los fans podrían ser expulsados de los eventos del Tour por aumentar la tensión diciendo lo que no debían al jugador equivocado.
Recordemos que anteriormente el partido era Tiger Woods contra Phil Mickelson, una rivalidad bastante buena, y luego estaban los compañeros amateurs Tom Brady y Peyton Manning, también rivales desde hace mucho tiempo. La rivalidad aviva el evento.
Los malos sentimientos se disiparon entre Koepka y DeChambeau, según cuentan, durante la Ryder Cup, cuando los golfistas se ofrecieron a jugar juntos por el bien del equipo. Entonces llegó la noticia de que los dos talentosos golfistas, ganadores de grandes, serían la atracción principal de The Match este viernes televisado a nivel mundial.
En cierto sentido, The Match no es más que una extensión de lo que el golf siempre ha intentado ofrecer: una competición hecha para la televisión entre dos (o cuatro) jugadores en campos de golf que mucha gente nunca jugará o quizás nunca haya visto.
