Fue una doble celebración, puesto que el 20 de noviembre de 1990 se abrió La Sella Golf, y se da la circunstancia de que fueron ellos mismos, Olazábal y Carriles, quienes participaron en la partida inaugural del club.
Durante la rueda de prensa que se celebró a primera hora, ambos reconocieron que “aunque no nos reconocemos en las fotos que cuelgan en estas parades desde hace 31 años, por lo jóvenes que éramos -Olazábal tenía solo 21 años-, tenemos la misma ilusión del primer día”.
El diseñador, José María Olazábal, recalcó que actualmente todo el sistema de riego está mucho más medido y digitalizado, y que el gran challenge ha sido cambiar la variedad de césped de manera integral a variedades más resistentes a la salinidad de las aguas de la planta depuradora que riegan esta instalación.
En varias ocasiones agradeció al Consejo de administración emprender estas mejoras en tiempos de Pandemia, sin dejar de ver en el largo plazo, con valentía y paciencia.
Luis Iglesias, presidente del consejo de administración de La Sella Golf, agradeció el excelente trabajo de diseño de Olazábal e insistió en que sólo la calidad y la sostenibilidad, nos puede convertir en un destino sólido a través de los 12 meses del año y no solo en temporada estival. Comentó “queremos que la comarca pueda ofrecer los mejores servicios posibles para convertirse en un referente del turista nacional e internacional”.
En el mismo sentido, la presidenta de Aehtma y vocal de Cehe Cristina Sellés, dijo “El golf es el complemento perfecto a la gastronomía, el clima, la naturaleza y las bondades de La Marina Alta, ayudando a desestacionalizar las visitas y a aumentar el perfil de los clientes”.
La parte más emotiva vino de la voz de los profesionales, José Manuel Carriles como profesional del campo dijo “Pedreña es mi casa y La Sella es mi hogar”. La rueda de presa finalizó con un mensaje directo de Olazábal a Pepe Bañó, creador de este proyecto en los años 80, “Pepe, lo hemos conseguido, La Sella es el mejor campo del Mediterráneo”.
Posteriormente, y respetando la lluvia hasta el hoyo 18, Carriles y Olazábal jugaron una partida muy igualada, acompañados de un amplio grupo de socios y amigos, donde tuvieron la ocasión de ver los cambios en el campo. Finalmente Carriles ganó la partida que terminó con un fuerte abrazo y un coctel con los socios en la terraza de la casa club.
