El león de Barrika no pudo levantar el uno sobre par de la jornada inaugural, donde el desacierto con el putter, no hizo justicia al juego desarrollado en las onduladas calles del Royal St. George’s.
Tras una jornada del movimiento absolutamente espectacular, por parte de Rahm, con la mejor vuelta del día 64 golpes, Jon tenía ante sí el desafío de enjugar los cinco golpes de ventaja que le separaban de su, intimo, enemigo Louis Oosthuizen en la última vuelta. Una ronda final que ha regalado momentos de magnífico golf a los aficionados congregados en Royal St George’s donde el español desencadenó una tormenta a partir del hoyo 13.
Desde ese momento enlazó cuatro birdies consecutivos con sensacionales salidas y hierros tremendamente finos. Hizo lo había que hacer en la jornada final de un major cuando hay opciones de victoria. Sin embargo, no fue suficiente. Morikawa fue una roca; sus tres birdies consecutivos entre el séptimo y el noveno, unidos al ligero desplome del sudafricano Louis Oosthuizen, encauzaron su triunfo.
Un tercer puesto con regusto amargo aliviado, en parte al recuperar el número uno del mundo en detrimento de Dustin Johnson que finalizó el torneo en octava posición.
Otra de las buenas noticias del desenlace des este The Open Championship ha sido el gran final de Sergio García, que se ha anotado otros 66 golpes (-4) para concluir en la decimonovena plaza con cuatro bajo par. Este resultado debe suponer un enorme golpe de confianza para el castellonense en una temporada en la que está en busca de la regularidad.
