El Head Greenkeeper de Palomarejos Golf, Javier Fuentes, nos da algunas claves que justifican la decisión de no permitir pisar el campo hasta que el hielo desaparezca del césped.
¿Por qué se hiela el campo?
Las heladas sobre un campo de golf ocurren con mayor frecuencia cuando se da la coincidencia de que el cielo esté despejado, la temperatura sea fría y la planta irradie calor a la atmosfera (calor de radiación). Estas circunstancias se producen generalmente durante la noche. A medida que la planta va perdiendo temperatura, que es transmitida a la atmósfera, las hojas se van enfriando tanto que puede llegar el punto en que la
temperatura de la planta sea menor que la temperatura del aire, por lo que el vapor de agua se condensa sobre la hoja.
Si la temperatura de la hoja continúa descendiendo, puede alcanzarse el punto de congelación del agua y por tanto este vapor condensado se convierte en hielo sobre la planta. Esto puede ocurrir incluso cuando la temperatura del aire está por encima del punto de congelación, ya que la congelación del césped se produce por la temperatura existente en la hoja, no en la atmósfera.
Según explica Javier Fuentes esta es la razón por la que “a veces cuando salimos de casa vemos que los coches aparcados en la calle no presentan hielo, pero cuando llegamos al campo todo el césped se encuentra helado”.
¿Por qué el hielo causa tantos problemas para jugar?
El hielo por sí solo no causa grandes males en situaciones normales, el daño ocurre cuando se produce tráfico y pisadas en zonas que se encuentran heladas. Cuando las temperaturas bajan de los 0ºC, los fenómenos de congelación no ocurren sólo en el exterior de la hoja, sino también a nivel intercelular e intracelular.
Javier Fuentes nos recuerda que la hoja de una planta tiene un contenido en agua de más del 90%, por tanto, la hoja en sí también se congela.
Cuando la congelación es intracelular los daños en los tejidos se producen por la ruptura mecánica de la estructura de las células debido a la creación de cristales de hielo dentro de las mismas. Cuando caminamos sobre un césped en este estado, cada pisada rompe literalmente las células de la planta, causando la muerte de dichos tejidos.
Ese daño será irreparable y se hará visible a partir de las siguientes 48 a 72 horas en forma de pisadas de color marrón-púrpura que reflejan la muerte de los tejidos.
Puede parecer que una simple partida de 4 jugadores no implica un gran impacto sobre un campo helado, pero considerando que el número medio de pisadas por jugador en un green es de 60, cada partida de 4 jugadores dejará en los 18 greens 4.320 pisadas al día.
Tenemos que tener en cuenta que en Palomarejos Golf existe una media de 28 jugadores por hora a lo largo de toda la jornada, es decir, cerca de 112 jugadores al día, los que nos lleva a una cifra que supera las 100.000 pisadas en un día en el que el campo esté lleno.
El Head Greenkeeper de Palomarejos Golf explica que este daño causado a la planta es inmensamente mayor cuando además circulan coches de golf o maquinaria de mantenimiento sobre el campo. “Por esta razón, cuando se encuentra helado no debe existir actividad alguna sobre el mismo hasta que el hielo se haya derretido” explica Javier Fuentes.
Desde la dirección del Club, Beatriz Hesse, destaca que al igual que los jugadores llevan a cabo multitud de acciones que ayudan a preservar la calidad del campo, como reparar los piques, rastrillar los bunkers, reponer chuletas… ser pacientes y comprensivos cuando existe un retraso en la hora de apertura debido al hielo es otra acción que nos ayuda a ofrecer la mejor calidad de campo posible.