Cada deporte tiene sus rutinas, sus elementos, sus movimientos básicos que en muchas ocasiones ya realizamos de manera automática, como robots. En el golf esto es lo que ocurre con el swing, l o primero que aprendemos cuando empezamos a jugar y darle a la bola.
De la manera en que lo hagamos dependerá no solo el resultado que obtengamos, sino que nuestro cuerpo no sufra y pueda jugar muchos más años, pues una postura incorrecta o perjudicial para nuestro cuerpo puede acarrearnos muchos problemas.
El jugador debe entender que la distancia se adquiere a través de la experiencia, porque el swing es cada vez más certero y más natural.
Para los que comienzan a jugar a golf el swing es un movimiento coordinado y equilibrado de todo el cuerpo en torno a un punto fijo y la clave del proceso es el equilibrio.
Pero también es uno de los movimientos más antinaturales y complejos que existen, por lo que lo mejor que podemos hacer, es preparar nuestro cuerpo para hacerlo de la forma más exitosa y segura posible.
Es imprescindible contar con una buena flexibilidad en nuestras articulaciones y un cierto nivel físico, para que los músculos soporten el movimiento y los impactos sin sufrir, lo que nos permitirá tener un swing con un rango de movilidad completo. Una fuerza muscular mayor nos proporcionará un impacto más potente con el que podremos enviar la bola más lejos.
Y un equilibrio y coordinación correctos son la clave para el control de los dos elementos anteriores y que sin duda nos ayudarán a tener mayor consistencia y por consiguiente tendremos un mayor porcentaje de acierto para dejar los golpes más cerca de nuestro objetivo.
En el golf, al contrario que en el tenis, pádel, fútbol, béisbol, etc, la bola está inmóvil, esperando que la golpees. Y una vez la bola está en el aire, es una cuestión de energía, de potencia. Pero cuidado, la bola puede acabar en lugares insospechados si no se canaliza esa fuerza al golpearla.
Para evitar lesiones, lo ideal sería hacer trabajo en el gimnasio, eso sí, no es necesario levantar mucho peso y hacer incontables repeticiones, bastará con ejercicios que combinen todos los componentes necesarios que intervienen en el swing, como la zona del pecho, hombros, columna dorsal, lumbar, codo, muñeca, brazos y piernas.