Sorprendentes declaraciones de Carlota Ciganda en las que afirma haber pasado el COVID-19 hace unos días, a finales del mes pasado, cuando empezó a encontrarse mal, a sentir »dolores en los brazos, en el cuello, en la cabeza… además de fiebre que me impidió dormir».
Tal y como hemos podido saber a través de diversos medios de comunicación nacionales e internacionales y de las redes sociales, la navarra ha estado aislada en su apartamento cerca de la Universidad de Arizona State y aunque ahora ya está bastante mejor, deberá hacerse más pruebas para saber si lo ha pasado del todo.
El caso es que, según ella misma ha comentado, no sabe »cómo lo ha podido coger» puesto que ha estado »tres meses sin salir a cenar fuera y el mayor grupo de gente con el que me he juntado es de cuatro personas. Sí he estado jugando al golf y puede que lo cogiera uno de esos días».
La nota positiva, además del hecho de que no ha necesitado estar hospitalizada (pero sí que ha estado bajo un riguroso seguimiento de un médico del equipo de la NBA de los Phoenix Suns y de un epidemiólogo de Navarra), es que el malestar va remitiendo y ya se encuentra mucho mejor, al menos puede dormir y descansar, recuperar las energías y, en breve, volver a salir al campo a entrenar.
Su gran objetivo es llegar a tiempo para la próxima cita del LPGA Tour, que tendrá lugar en tres semanas, el 31 de julio, en Ohio.
Desde aquí le deseamos que termine de recuperarse lo mejor posible y que le volvamos a ver competir a su máximo nivel.