Echando un vistazo por los principales periódicos nacionales (ABC, El Mundo, El País, El Confidencial, El Español…) las principales noticias tratan, como no podía ser de otra manera, sobre el comienzo de la desescalada y los problemas económicos a los que nos enfrentaremos no solo este año, sino el que viene, debido a que la recuperación de la economía será lenta y costosa.
Más allá de eso, otro de los temas principales es la opinión, a favor y en contra del inicio de la desescalada en ciertos lugares de nuestro país.
Hablando de donde nos encontramos nosotros, en Madrid, la preocupación es clara. En un principio la Comunidad de Madrid, presidida por Isabel Díaz Ayuso, no tenía pensado solicitar el cambio a la Fase 1, pero diferentes presiones encabezadas por el vicepresidente Ignacio Aguado, han hecho que al final entre por el aro, si bien será el Ministerio de Sanidad el que haga público, en una orden, la decisión del ministro Salvador Illa sobre qué provincias están en disposición de adentrarse en la fase 1 de desescalada el próximo 11 de mayo y cuáles no.
El visto bueno a cada petición será analizado por un equipo técnico formado por un total de 12 expertos, si bien será Illa el que finalmente tenga la última palabra. Por otro lado, y con el objetivo de »premiar» a los que más esfuerzos hagan, se deja abierta la posibilidad de ir solicitando casi a diario la incorporación a la fase 1 de zonas, municipios e incluso provincias sin esperar a que pasen dos semanas más desde el día 11.
En lo que respecta al mundo del golf, que es lo que realmente nos importa, habrá que ver si realmente los campos, tanto en Madrid como en el resto de España están realmente preparados y con las medidas de seguridad suficiente. Todos hemos podido ver en las noticias cómo en China se han realizado en los colegios e institutos medidas de distanciamiento en las clases, a las salidas y entradas de los centros escolares y constantes controles de temperatura, mientras que en España, por contra, hemos podido ver a jóvenes bailando en la calle, aglomeraciones de gente que sale a correr, pasear o en los supermercados, o algunos saltándose el confinamiento tanto por la calle como en sus vehículos (es cierto que no es la regla general, pero ahí están esos casos). De ahí nuestra duda sobre la predisposición de los jugadores a no estrecharse la mano, cambiarse las tarjetas, caminar juntos por el campo o respetar las medidas que desde la Real Federación Española de Golf están queriendo implementar.
Es cierto que el golf es un deporte muy seguro por aquello de disputarse al aire libre, que el contacto es mucho menor que en otras disciplinas y que, por supuesto, tiene una enorme incidencia en el turismo y por ende, en la economía. Pero lo primero es la mentalidad de los ciudadanos y el hecho de que sean capaces de respetar las directrices impuestas.
El propio presidente, Gonzaga Escauriaza, mantenía una charla con Claudia Hernández (presidenta de la Asociación Española de Campos de Golf), Enrique Gil (presidente de la Asociación Española de Gerentes de Golf) y con Ignacio Soto (presidente de la Asociación Española de Greenkeepers) para buscar puntos de encuentro y acciones comunes con la idea de abrir cuanto antes los clubes, si bien están a la espera de que el Ministerio de Sanidad apruebe el ‘Protocolo de Apertura del Deporte del Golf’.
Lo más importante es caminar de la mano. El golf ha demostrado que está unido, al menos a nivel industria, asociaciones y organizaciones, pero falta el grueso, los jugadores, los que más concienciados deben estar. Visto lo visto en otros ámbitos de la sociedad, falta mentalidad, falta concienciación (ojalá nos equivoquemos).
Habrá que ver si finalmente Madrid entra en la Fase 1, si los campos de la Comunidad llegan preparados al 100% y se toma mucha conciencia de que TODOS tenemos que jugar a este juego, todos tenemos que remar en la misma dirección y evitar un paso atrás. Otro problema es que hasta el sábado no se sabrá nada y que será el domingo cuando el BOE lo publique, muy poco margen de maniobra para todos, pero las circunstancias son las que son y habrá que atenerse a ellas.