Parece de cuento de ciencia ficción que un enorme deportista, número 1 en su disciplina y espejo para muchos jóvenes y no tan jóvenes tenga que celebrar su cumpleaños en la casi total soledad. Cosas que tiene este coronavirus y que ha obligado a Rory McIlroy a soplar la tarta de su tarta número 31 sin sus más allegados.
Ni familia, ni amigos ni nada. El norirlandés, eso sí, ha estado muy arropado en las redes sociales y seguro que habrá recibido muchas llamadas de teléfono, pero no es lo mismo.
El profesional celebraba su 31 cumpleaños como líder absoluto del ranking (aunque sin poder defenderlo en los campos), habiendo recuperado el número 1 el pasado 10 de febrero que ya ostentó en 2015.
El pasado curso se impuso en el WGC-HSBC Champions, el TOUR Championship, el Open de Canadá, THE PLAYERS Championship y la FedEx Cup, un palmarés envidiable que le aupó a lo más alto.
Seguro que a la vuelta de la competición, lo celebra junto con varios de sus compañeros en el primero de los torneos en que tenga ocasión.
