¿Qué conclusión podemos sacar de esta anécdota? Pennick intentaba decirle a su alumno que no iba a ser mejor jugador por impresionar al resto por la distancia de sus golpes, ni por pegar el driver o madera 1, sino por ser más recto y más certero con los mismos con el palo adecuado.
¿De qué trata el golf? ¿De sentarse en la casa club tras una vuelta y alrededor de un refresco, cerveza o gin tonic y contar las batallitas de distancia? ¿O de jugar el campo en los menos golpes posibles y ganar la pachanga, el concurso, el torneo o el Campeonato?
Que cada uno se responda a esta pregunta. ¿Qué es lo que quiero y deseo de mi golf?
Llevo jugando al golf desde los 14 años, y tengo 58. Son 44 años. He visto, jugado, y enseñado con todos y a todos los niveles de jugadores, desde el principiante hasta el mejor jugador del mundo. Pocas veces doy una opinión personal rotunda. Pero esta vez voy a hacer una excepción.
Creo que más de un 80% de los jugadores aficionados de hándicap 18 (‘bogey golfer’ que baja raramente de 90 golpes) o superior serían mejores jugadores si abandonaran el driver de 9, 9,5 o 10 grados en beneficio de un palo entre 12 y 14 grados, es decir, una madera 2 o una madera 3 plus. No digo que pegaran más largo, que seguramente lo harían, sino que pegarían mucho más recto, y por tanto harían menos golpes. ¿Y esto por qué? ¿Por qué Henrik Stenson ganó su increíble Open Championship 2016 a Phil Mickelson en Royal Troon con su madera 3 plus de 13 grados?
Voy a intentar responder.
Pongamos un ejemplo. Si cogemos una manguera de riego y abrimos el grifo a máxima presión de agua, esta saldrá disparada a máxima distancia, variando poco la misma en función de la trayectoria de salida. Pero si vamos cerrando paulatinamente el grifo, debido a la pérdida de presión de salida de agua, deberemos inclinar hacia arriba la boca de la manguera para conseguir distancia. En caso contrario, el agua caerá muy cerca de su punto de partida. La presión del agua es la velocidad del palo, y la trayectoria de salida es un ejemplo de los grados de la cara.
Esta opinión y ejemplo personales me propongo justificarlos con datos, no con suposiciones.
¿Desde dónde hace menos golpes un aficionado, desde calle o desde el rough? El ‘bogey golfer’ no practica, habitualmente, más de cien bolas por semana. Esto no genera memoria muscular. Falla más de 60% de los golpes que ejecuta. Por lo que su estadística de calles cogidas apenas será de un 30-40% (5-6 de 14). Tampoco le permite practicar las diferentes trayectorias que se necesitan para jugar desde las diferentes situaciones que el campo le va a exigir a partir de ese punto, máxime si no está en hierba segada al ras, sino en el rough y con obstáculos en su camino. Cuanto más cerrada es la cara del palo, mayor efecto a la derecha (sidespin) o ‘slice’ produce.
Salvo que te llames Rory McIlroy, Bubba Watson, John Daly, Jon Rahm, Justin Thomas, Tiger Woods, etc… la distancia bruta con un 60% de calles no te augura el éxito. Estos jugadores están tan cerca del green y juegan palos tan cortos que alcanzan la superficie sin problema. Compensan su estadística de calles cogidas con un 75% o más de greenes en regulación. Y los que fallan, los recuperan en el »hospital» (el juego corto).
Partiendo de la base de que el ‘bogey golfer’ no va tan largo, no consigue poner la bola en green desde esa situación y su »sistema hospitalario» no está tan perfeccionado, en vez de éxito, estará destinado al fracaso.
En otra de estas entradas en este blog, comentaba que el jugador aficionado medio tiene un elemento reductor de velocidad, que es su mente. Su mente frena la velocidad del palo antes del impacto. Además, descuadra el palo en ese momento, generalmente de manera abierta por retención muscular y deceleración. No hay lanzamiento y no hay inercia. Y así llega el tan temido ‘slice’ (efecto exagerado a la derecha para un diestro o a la izquierda para un zurdo) y la tan manida merma de distancia.
La USPGA calcula que un 85-90% de los aficionados de hándicap +14 tienen como fallo natural y predominante el ‘slice’. Ese fallo se va moderando según se desciende en la escala de palos y la cara tiene más grados. ¿Cuál es la razón? Simplemente la mente. La retención muscular, el cambio físico en el movimiento lleva a un cambio de datos en el impacto y por lo tanto a un vuelo diferente, más corto y a la derecha, por rotación axial de la bola que genera efecto lateral hacia ese lado. Ya estamos. Golpe más corto y a la derecha.
¿Qué hacer? La respuesta no es sencilla, porque depende no sólo del palo y de la técnica. Depende sobre todo de la mente del jugador. Huir de creencias y suposiciones y creer más en los datos. Como ejemplo, lo que está sucediendo con COVID 19. Hace menos de dos meses »los expertos» nos dijeron que España no sufriría apenas esta pandemia. Y miren cómo estamos. Las suposiciones y las evidencias se contradicen en una proporción muy alta de los casos.
¿Analizamos y estudiamos? OK. Veamos el cuadro adjunto.
CONCLUSIONES:
1. Como siempre, una imagen vale más que mil palabras.
2. Vemos coómo se maximiza la distancia con un ángulo de ataque ascendente y con un ángulo de despegue mayor. Tanto como 25-29 yardas (22-26 metros)
3. Pensemos que un jugador profesional medio hoy en día está alrededor de las 113-115 millas por hora, por lo que debería atacar con un ángulo ascendente de hasta 5 grados y con trayectoria de despegue de 13,7 grados para maximizar su distancia. Su cénit de trayectoria es de 32 yardas (29 metros)
4. En todos los casos se maximiza la distancia con ángulos de ataque ascendentes. Esto se debe a la configuración de los palos y las bolas modernos/as.
Tom Wishom, en su libro ‘The search for the perfect club’ (www.golfgreatbooks.com) explicaba muy claramente su idea de que palo debían jugar los aficionados. Piensen que solamente un 10-15% de los 60 millones de jugadores de golf del mundo tienen una velocidad de palo superior a 100 mph con el driver. Wishom compartía este cuadro más que esclarecedor.
CONCLUSIONES:
1. De nuevo, una imagen vale más que mil palabras
2. Me alegro mucho de que mi idea, fruto de la experiencia, coincida con el gran saber de Wishom
3. Si el aficionado ‘bogey golfer’ mueve el palo a más o menos 90 mph con el driver, para maximizar la distancia debería su driver debería tener 13 grados, esos 12 a 14 de los que hablaba al principio, con un ángulo de despegue de 13-14 grados, para obtener un ‘carry’ (distancia de vuelo) de 213 yardas, unos 195 metros.
4. Estos datos están basados en un ángulo de ataque del palo de 2,5 grados ascendentes o superior. Como veíais en el cuadro anterior, la máxima distancia se conseguía con ángulos de +5 grados.
5. ¿Cuántos de vosotros jugáis con ese palo? ¿Cuántos de vosotros atacáis con el driver siquiera ascendente? El ‘bogey golfer’ suele pegar »hacia abajo», descendente. De ahí impactos globos y pesados. Esto se ve también en impactos detrás de la bola con los hierros y muy detrás de la bola en bunker.
De nuevo la tecnología nos permite obtener los datos precisos para saber qué es verdad y qué es sólo una suposición. Quedémonos con algunas ideas finales a modo de resumen:
1. Un palo de 10 grados necesita una velocidad mínima de swing de 100 mph
2. Un palo de 9 grados necesita una velocidad mínima dde swing de 110 mph
3. El resto de los mortales necesitarán un palo de 11-12-13 grados para velocidades de swing de entre 85 y 100 mph.
4. Henrik Stenson ganó su único Grande con una madera 3. Llegó a ser en ese momento número 5 del mundo (24 julio 2016). El año pasado cambió a un nuevo driver. Y ahora está en el puesto 32º. No es directamente proporcional, pero es sintomático.
Por lo tanto, lo recomendable es un palo tipo madera 2-madera 3 y, de acuerdo con lo que vimos en otra entrada, de 43 pulgadas de longitud de varilla. Esto permitirá varias cosas positivas para nuestro golf:
1. Nuestra mente »verá» una cabeza más pequeña y bloqueará menos la musculatura del cuerpo. Esto mejorará el movimiento y permitirá atacar la bola »más hacia arriba», ascendentemente, con menor retención y una cara menos abierta en el impacto, con menos ‘slice’.
2. Una varilla más corta nos permitirá golpear más consistentemente en el centro geométrico del palo, con mejor ‘smash factor’, con mejor eficiencia de impacto, generando mayor velocidad de bola y menos efecto lateral.
3. Una cara con más grados de ‘loft’ nos dará un ángulo de despegue superior, más altura en el cénit por mayor velocidad y más distancia de vuelo.
¿Se acuerdan de Carlos Sainz, el padre? Corría a comienzos de los años 80 con Juanjo Lacalle de copiloto, con un Seat Panda 52. Les mojaba la oreja a más de uno con coches muy superiores. ¿Su Panda era igual que el Panda de serie? Ni de broma. ¿Correríamos nosotros como él con ese coche? Ni de broma. No todos los conductores normales pueden o saben conducir un Porsche de tracción trasera.
Dejemos de pensar en utilizar el palo de Tiger Woods y utilicemos el palo que nos convenga a nosotros, a nuestra manera de hacer el swing. Reclamad un ‘fitting’ con tecnología de datos concretos, exactos y fiables, y decidid con cabeza y no con la adrenalina ni los sueños. Ni por el »efecto demostración».
Pero eso deberá esperar al menos un mes. Mientras tanto, cuidaros y a estar en casa.
Un abrazo a todos.
IG: @alvarobeamontegolf