La buena noticia de todo esto es que las únicas pérdidas que hay que lamentar son materiales. Es verdad que hay muchos recuerdos (fotos, cuadros, palos de golf, álbumes…) pero todo eso queda en la memoria. Ni Davis Love III ni su familia tienen que lamentar haber perdido a un ser querido durante el incendio que se desató en su vivienda la noche del viernes al sábado.
La casa, ubicada en St. Simons Island (Georgia), había sido su hogar durante más de 20 años, pero ahora tendrá que buscarse otra residencia.
»El fuego se ha llevado por delante muchos buenos ratos y risas vividos aquí, pero por fortuna no hay lamentar daños personales. Toda la familia está bien», comentaba el ex capitán de la Ryder Cup y miembro del Hall of Fame quien, tras haber presenciado el inicio del incendio, llamó a los bomberos y escapó con su esposa.
Tres camiones de bomberos respondieron al fuego después de ser llamados por los Loves a las 5:15 de la madrugada, pero no pudieron controlarlo.