Después de un setenta y cinco en la primera ronda del The Northern Trust la semana pasada, Woods se retiró el viernes con una leve lesión en la espalda. Llegó a Medinah el martes y recibió tratamiento. Jugó nueve hoyos con sus compañeros de Pro-Am afinado su approach y putt los nueve últimos.
«Oh, mucho mejor, sí», dijo sobre su salud en comparación con hace una semana. «Fue agradable tener unos días libres tuve que dejar que se calmara y recibir un montón de tratamiento, me siento mucho mejor. Jugué nueve hoy, jugué los primeros nueve y jugué bien”.
Woods está encuadrado en el partido para jugar con Billy Horschel y C.T. Pan en la primera ronda este jueves, y tiene mucho para jugar. En el puesto treinta y ocho en la FedExCup, chabrá de ser al menos undécimo para asegurarse estar entre los trienta primeros que serán de la partida en East Lake.
Fue en East Lake donde Woods logró su victoria número 80 hace un año. La victoria culminó una excelente temporada de regreso para un jugador con la espalda machada cuya carrera parecía haber terminado. Consiguió su victoria número 81 en The Masters en abril pasado, otra victoria épica.
Un par de horas más tarde que Woods entrarán en liza los dos españoles que permanecen en la pelea. Jon Rahm y Rafa Cabrera-Bello llegan a Medinah en diferentes situaciones. El vasco con los deberes hechos, pase lo que pase serán fijo en Atlanta, en un momento dulce de juego que le hace ser favorito en las apuestas. El canario que, dejó de jugar la semana pasada estrenando paternidad, deberá ser al menos tercero para jugar el último torneo del año. A tenor de lo expresado por el feliz padre, será lo de menos si no lo consigue.