Nos encontramos en Escocia, en el Leven Links, y más en concreto en el hoyo 18, un recorrido que abrió sus puertas en el año 1846 y que se cubrió de colinas, tallos secos y hierba baja.
El campo recibió, en 1867, los miembros del Innerleven Golf Club para formar la Leven Golfing Society, realizando torneos conjuntos desde entonces. La primera competición la ganó, el 2 de octubre de 1868, ‘Young’ Tom Morris, hijo del arquitecto, con una puntuación de 170, un total de 85 tiros, lo que a día de hoy es, a todas luces, una barbaridad.
Este hoyo termina cerca de la ciudad y justo antes del green se encuentra el gran obstáculo, un gran montículo que lo protege contra cualquier osado que desee acercarse. Por ello, lo ideal es acercarse lo máximo posible con el segundo golpe y, con el tercero, salvar dicho contratiempo con un golpe cómodo al green.
No conviene utilizar el wedge en nuestra vuelta, pero sí abusar tanto del approach como del chip, porque sólo así conseguiremos que nuestra vuelta tenga un resultado meritorio.
