En el hoyo 9 de la última ronda del AT&T Pebble Beach mi cuerpo ya no daba más de sí. Se me vino encima toda la fatiga y el cansancio y lo cierto es que se me hizo muy largo el final. Es un tema físico y también mental. Había jugado cinco torneos en apenas seis semanas y al final de alguna manera se acaba pagando. Como ya os comenté, estoy aprendiendo mucho sobre mí mismo, prácticamente cada semana, sobre mi físico y también sobre mi cabeza.
Estoy contento con el inicio de temporada porque el juego sigue estando muy bien, en todas sus parcelas. El swing está funcionado a un rendimiento muy alto y ahora lo que ya estoy haciendo, aprovechando las semanas de descanso, es trabajar en mi físico.
Estoy buscando un objetivo muy concreto. Quiero mejorar la conexión entre mis abdominales y mis caderas, algo para lo que también son muy importantes los glúteos. Ahí estoy centrando mi trabajo. Hay veces en que todo esto no se encuentra alineado y es cuando tengo algunos problemas desde el tee. En Phoenix, por ejemplo, que pegué al drive de maravilla, es porque este equilibrio entre la cadera y la parte alta era perfecto. Así las cosas, con el plan de trabajo que me he puesto en estas semanas la idea es experimentar un cambio físico notable. Espero que se puedan ver los resultados pronto.
También aprovecho estas semanas de parón para descansar mentalmente. Es importante estar de relax. ¿Y cómo lo consigo yo? Pues es fácil, pensando en otras cosas. Son días en los que hago un reseteo mental. Me olvido un poco del golf y hago otras cosas, con amigos, con Kelley, mis padres se quedaron unos días más después de Pebble Beach… En estos días no toco mucho los palos. Es importante estar fresco mental y físicamente cuando llegan los torneos. Os recuerdo que la competición vuelve pronto. La semana que viene ya se disputa el WGC México Championship.