Viajamos hasta Canadá para conocer el diseño de Stewart Creek, quien da su propio nombre a un campo que se mezcla perfectamente con el medio y en el que, además de árboles y agua encontramos mucha naturaleza y antiguas entradas de mina que le dan un toque más clásico y rural al recorrido.
No verás oro en ellas, pero si pelotas perdidas, y muchas, al igual que a ambos lados de la calle, a los pies de los altos árboles, ya que esta es la principal dificultad del hoyo.
Desde el tee, aparentemente, no hay problema en la salida pero después, la calle desaparece, se pierde de vista. Camuflada entre espesos árboles, avanza hasta volver a abrirse y llegar a un green bien defendido…por agua, en concreto por dos grandes áreas de líquido elemento donde es fácil volver a errar.
Si conseguimos salvar los árboles y luego el agua y llegar a green sin desesperarnos, el hoyo estará prácticamente solventado.