Todo golfista que se precie sueña con jugar en Augusta National y una vez que lo consigues, pocas cosas más te quedan por cumplir, al menos a nivel amateur. Por su parte, si eres jugador de tenis, siempre quieres estar presente en finales, y más si es en la del circuito profesional.
Jack Sock está justo entre medias. Había conseguido plaza para poder ponerse en los tees de salida de Augusta gracias a que un gran amigo suyo, el también tenista John Isner, consiguió dos pases a través de su suegro, socio del mítico recorrido (sino, sería empresa harto complicada), pero ahora, tendrá que denegar la invitación.
Y es que ha conseguido una plaza para las finales del circuito ATP toda vez que se clasificaba in extremis en detrimento del español Pablo Carreño tras ganar el Masters 1.000 de París-Bercy. Como pensaba seguramente que no lo iba a conseguir, Sock se había reservado una plaza en el mítico campo justo en las mismas fechas que el torneo de tenis.
Un sueño (jugar en Augusta) que ahora deberá esperar, pues el propio Sock declaraba que, si tuviese que elegir, «jugar en Augusta es algo que he deseado siempre, pero evidentemente lo cambiaría sin dudarlo por disputar el Masters».