El norteamericano Tiger Woods ha pasado unas horas en los calabozos de Florida, más concretamente en Jupiter, ya que durante la madrugada de este lunes ha sido arrestado por la policía tras comprobarse que conducía en estado de embriaguez.
El golfista fue directamente trasladado al calabozo de Palm Beach, a las 7:18, y aunque los cuerpos de seguridad no confirmaron si dio positivo por algún tipo de sustancia, en la ficha del que fuera número uno del mundo aparece: ‘Facilidades: Reconocimiento Propio’, y a las 10:50 horas ya había sido puesto en libertad y sin fianza.
Tras volver a dejar los circuitos debido a nuevas dolencias en la espalda (recordemos que su última aparición fue en Dubai en el mes de febrero), Woods intentaba recuperarse de sus dolores para buscar una vuelta de tuerca más y volver a aparecer en los torneos más importantes.
Sin embargo, esta aparición y el estado en que se encontraba pueden suponer un severo revés para el norteamericano, quien ahora deberá no solo volver a los campos, sino lavar en parte su imagen.
Habrá que esperar a ver si el ‘Tigre’ decide realizar alguna declaración a tenor de los hechos y pide perdón a aficionados y seguidores tras esta detención que no ha hecho sino abrir aun más la puerta a aquellos que piden que, de una vez por todas, se decida a retirarse para siempre.