Tras esta venta, las marcas Taylormade, Adams Golf y Ashworth pasarán a ser propiedad de KPS Capital Partners, toda vez que Adidas, conglomerado que las controlaba, ha vendido el total de su participación.
El montante de la operación ha asendido a los 425 millones de dólares de los cuales, sólo la mitad, serán pagados en efectivo.
Este negocio significará la salida del sector de la compañía alemana, que no ha conseguido obtener los resultados esperados estos últimos años en EEUU, que supone la mitad del mercado mundial de golf.