Rory McIlroy y Erica Stoll ya son, oficialmente, marido y mujer, tras la ceremonia celebrada en Irlanda, en el castillo medieval de Ashford, complejo transformado para la ocasión no solo con sus mejores galas, sino con toda la seguridad tecnológicamente posible.
Rodeados de amigos tanto del mundo del golf como de fuera, McIlroy y Ashford se dieron el ‘Sí Quiero’ con muchas medidas de seguridad, con el fin de que no se filtrase ninguna instantánea del enlace. El castillo se convirtió en una fortaleza de alta seguridad, todo contratado y supervisado por el propio golfista.
De hecho, los invitados llegaban en coches con las lunas tintadas o en helicóptero, con el fin de conservar la mayor privacidad posible y se les prohibió expresamente llevar el teléfono móvil o cualquier otro dispositivo que realizase fotografías.
Y, como colofón de seguridad, tal y como publica el diario independent.ie, Rory contrató a la empresa Drone Defence para evitar que un dron pudiese tomar imágenes aéreas de lo que sucediera dentro.
Entre los asistentes pertenecientes al mundo del golf se cree que podrían haber acudido Sergio García, Shane Lowry, Darren Clarke, Padraig Harrington…todo ello en una ceremonia cuyo coste podría haber superado los 500.000 dólares.