Marbella Golf & Country Club será un enclave más que exigente para los participantes en la tercera parada del año del Gecko Tour, el circuito de invierno por excelencia.
Una vez más, el Gecko reúne a una pléyade de buenos jugadores, algunos ya asentados y con triunfos importantes en su palmarés como el chileno Mark Tullo o los españoles Manuel Quirós o Gabriel Cañizares, y otros jóvenes con un futuro brillante por delante, como son los casos del francés Lance Salisbury, un jugador del que hablan maravillas en el país vecino y que se declara admirador de Olazábal, Jimmy Mullen, promesa del golf británico o el sueco Marcus Svensson.
Sin embargo, habrá una figura que sobresalga por encima del resto, un inglés de 38 años, Mike Browne, un golfista con una extraordinaria historia a sus espaldas, puesto que empezó a jugar al golf hace tres años, justo después de que una terrible lesión le hiciera perder la pierna izquierda por debajo de la rodilla. La amputación le impidió continuar ejerciendo como militar al servicio del ejército británico de su majestad, algo que para él fue un varapalo durísimo del que tardó mucho tiempo en recuperarse. Precisamente, encontró un refugio ideal en el golf.
Browne se dedicó en cuerpo y alma al golf y en sólo tres años se ha hecho profesional, después de una brillante carrera como amateur, con participaciones en los equipos de Gran Bretaña que han disputado la Simpson Cup contra Estados Unidos. Juega con una prótesis y sus resultados son excelentes.
Browne ha decidido asentarse este invierno en la Costa del Sol y ha apostado por el Gecko Tour para seguir mejorando su golf: «Sufrí una lesión grave el 17 de octubre de 2011. Los médicos intentaron salvar mi pierna, pero el 7 de mayo de 2013, tras muchas operaciones, tuvieron que amputar. Descubrí el golf en octubre de 2013, como parte de la rehabilitación, y ha cambiado mi vida. Antes del golf estuve sin salir de mi casa durante seis meses. Realmente, me sentía fatal y el golf me devolvió la vida. Es mucho más que un deporte o un juego, el golf me volvió a dar todo lo que había perdido. De repente, encontré un propósito, un nuevo sentido a la vida», comenta el inglés.
Browne obtuvo su primer hándicap (28) en junio de 2014 y desde entonces su mejoría en el golf ha sido extraordinaria. Ahora, poco más de dos años después va a hacer su debut como profesional en el Gecko Tour: «Casi no me puedo creer que vaya a jugar en Marbella mi primer torneo como profesional. He alquilado un apartamento en Mijas y mi objetivo es jugar aquí durante el invierno. A ver hasta dónde soy capaz de llegar. Me encanta la zona y tengo muy buenos amigos», señala.
El Gecko Tour será su primer banco de pruebas como profesional: «Cuando decidí hacerme pro estuve investigando dónde podía jugar y no escuché más que cosas buenas del Gecko. Un buen amigo mío me apoyó con la inscripción y las proteínas de golf Max me ayudan con sus productos que son fantásticos. Estoy deseando jugar y hacerlo lo mejor posible», señala.
Una extraordinaria historia de superación es la protagonista de esta tercera cita del Gecko que arrancará este lunes a partir de las 8:30 de la mañana.