El número 1 del mundo, Jason Day comunicaba de manera oficial a través de un comunicado su decisión de ausentarse de la cita olímpica de Río de Janeiro, que se unía a la ausencia de Rory McIlroy.
La baja del australiano se debía, tal y como él mismo comentaba, a su preocupación «por lo que pueda ocurrir a mi mujer en posibles futuros embarazos, así como a los posibles nuevos miembros de mi familia. Siempre he puesto a mi familia por delante en todas las cuestiones de mi vida. Los expertos aseguran que hay un riesgo aunque sea mínimo y tanto mi mujer Ellie como yo, tenemos en mente aumentar la familia en los próximos meses. Siempre ha sido un objetivo importante en mi vida representar a mi país en unos Juegos, pero no a costa de la salud de mi familia. No tomaré riesgos. Ya he informado a los responsables de mi comité y espero que los aficionados sepan entender esta decisión. Mis mejores deseos para todos los participantes en los Juegos y especialmente para la delegación australiana».
Pero otro nombre más se iba a unir a esta lista de bajas, el de Shane Lowry. El irlandés se mostraba triste por tener que renunciar a tan importante acontecimiento, pero anteponía su salud y la de los que le rodean a cualquier resultado deportivo: «Tanto mi equipo de trabajo como yo hemos estado observando de cerca las informaciones y la situación del virus del zika en Sudamérica y hemos decidido que ir a Río sería poner en riesgo mi salud y la de mi familia. Wendy y yo nos hemos casado hace poco y tenemos la firme intención de crear una familia en breve. Los médicos nos aconsejado firmemente que no vayamos a Brasil este verano. Estoy muy orgulloso de ser irlandés y me habría encantado poder pasear la tricolor por unos Juegos Olímpicos y lograr una medalla para mi país, pero en esta ocasión tengo que poner a mi familia por delante».
Quedamos a la espera de saber si más nombres se unirán a la lista de nueve golfistas que han decidido renunciar a los Juegos Olímpicos.
