Hace 39 años, Severiano Ballesteros consiguió la primera de las 50 victorias de su legendaria carrera en el Circuito Europeo en el Open de Holanda de 1976.
Dos meses después de irrumpir en el escenario del golf mundial con su brillante actuación en el Abierto Británico de 1976, donde quedó segundo por detrás de Johnny Miller, Ballesteros se adjudicó en Kennemer su primer título tras 27 apariciones en el Circuito Europeo, y lo hizo por el contundente margen de ocho golpes sobre Howard Clark.
Fue la primera de sus tres victorias en este evento a los 19 años y 121 días y con ella seguía los pasos de su tío Ramon Sota, titular de dos Abiertos de Holanda (1966 y 1971), los dos ganados en Kennemer.
En 1989, trece años después de la primera victoria de Severiano, su gran amigo Jose María Olazábal hizo historia en Kennemer al proclamarse campeón tras nueve hoyos de desempate.
Después de eliminar a Roger Chapman en el primer hoyo adicional, Olazábal y Ronan Rafferty prolongaron el duelo ocho hoyos más hasta que se impuso el español. Este desempate maratoniano sigue siendo el más largo de la historia del Circuito Europeo (igualado en 2013 por Raphaël Jacquelin en El Saler).
En el palmarés del Abierto de Holanda hay otros dos ganadores españoles en el Club de Golf de Hilversum: Gonzalo Fernández-Castaño, quien consiguió su primer título profesional en el KLM Open 2005, y Miguel Ángel Jiménez, autor para esta anécdota de su segunda victoria del Circuito Europeo en la edición de 1994. Hace dos años, el malagueño rozó la victoria en Kennemer y terminó perdiendo el desempate ante el héroe de casa Joost Luiten.
«Este campo le gustaba a Seve, le gustaba a Chema y me gusta a mí. Es un campo muy justo, por eso les gustaba y ganaron aquí. A mí también me gusta, pero no he ganado aquí… todavía. Es un campo donde hay que colocar siempre la pelota. No es largo pero siempre hace viento y está muy bien preparado. Hay que jugar muy recto desde el tee y mantener la bola en juego; es bueno porque le va bien a todo el mundo, siempre que pongan la bola en el sitio. Se suele jugar como links, pero este año está más blando. Cuando está duro exige mucha precisión en los tiros. Yo lo prefiero duro porque premia más los golpes buenos, pero llovió mucho la semana pasada y hay que jugarlo como toca», comentaba Miguel Ángel Jiménez al llegar a Holanda.
Siguiendo la tradición familiar, Javier Ballesteros juega en Kennemer esta semana por invitación, y es muy consciente de la vinculación española con el club y el evento: «Mi padre siempre jugó bien en los links y este tiene muchas características de esos campos, por eso se le daba tan bien. Fue muy importante para él ganar aquí por primera vez con solo 19 años, y este campo se convirtió en un lugar especial para él durante toda su carrera. Volvió aquí muchas veces, incluso más tarde cuando ya no jugaba tan bien, porque le gustaba y le tenía cariño. Para mí va a ser una semana para disfrutar, como siempre, y para intentar aprender de los grandes jugadores y seguir progresando».
Javier fue elegido por la organización para entregar un regalo de agradecimiento al Club de Golf de Kennemer por haber alojado tres años seguidos el KLM Open: un bronce con las manos de Ballesteros agarrando el palo para conmemorar la asociación del genio de Pedreña con el club holandés.
Otro español con opciones a seguir los pasos de Severiano haciendo del KLM Open su primer título del Circuito Europeo es Nacho Elvira, quien se ha ganado la vuelta al circuito principal por la vía rápida tras adjudicarse el mes pasado el Trofeo Rolex, su tercera victoria de la temporada en el Challenge.
Su paso por el Challenge 2015 ha sido estelar. Además de su última victoria en Suiza, se impuso en el Challenge de Madrid en abril y en el Karnten Golf Open en mayo, con un golf sólido y brillante: «Vuelvo con muchas ganas, encantado de ver a los amigos y espero tranquilizarme y hacerlo bien esta semana. He aprendido muchas lecciones de mi primer paso por el circuito. La más importante es tener paciencia y dejar que salga el golf que sé que llevo dentro. Creo que estos dos próximos años con el calendario completo van a ser una gran oportunidad de progresar; saber que puedo competir con los mejores de Europa es fantástico para mí».
