La Eurociudad del Guadiana es un destino privilegiado para el golf, tanto en su aspecto deportivo como en su vertiente turística: en muy pocos kilómetros podemos encontrar siete campos de golf repartidos en dos países, todos ellos situados en entornos naturales privilegiados y con una diversidad de diseños que hacen que la oferta golfística se convierta en una de las más espectaculares que se puedan encontrar.
El circuito está organizado por CTGolf, empresa dedicada a la organización de torneos y que cuenta además con academias de Golf tanto en ambas orillas del Guadiana, siendo por tanto un claro exponente de los vínculos existentes entre los dos países también en todo lo relacionado con el golf tanto en el aspecto turístico como deportivo.
En la orilla portuguesa, nada más cruzar el puente sobre el Guadiana encontramos el campo de golf de Quinta do Vale, un diseño del gran Severiano Ballesteros que conjuga la belleza del lugar en que se encuentra con la genialidad golfística que siempre caracterizó a uno de los más grandes jugadores de todos los tiempos.
Castro Marim Golfe, a pesar de estar situado apenas a un par de minutos del anterior, es un diseño completamente diferente. Más parecido a un campo de montaña, cuenta en entre sus 27 hoyos con alguno que ha sido elegido como uno de los mil hoyos de golf más bellos del mundo.
Pero si de belleza se trata, quizá el recorrido que más destaca es Quinta da Ría, en Villa Real de Santo António, campo completamente plano y situado en las inmediaciones del paraje natural de la Ría Formosa. Desde muchos de sus hoyos pueden contemplarse las playas del Algarve y el océano Atlántico. En el mismo complejo se encuentra Quinta de Cima, uno de los campos mejor considerados de Portugal y que en diferentes ocasiones ha albergado pruebas del European Tour.
La Gema (con mayúsculas) escondida del golf en la Eurociudad es Monte Rei. Situado en las montañas de la Sierra do Caldeirao, es uno de los más reconocidos diseños de Jack Nicklaus (el jugador con mejor palmarés de la historia) y un placer para los jugadores que tienen la suerte de disfrutar en este exclusivo recorrido, donde el agua tiene un papel relevante en 11 de sus 18 hoyos.
En la orilla española de la Eurociudad del Guadiana nos aguarda el campo de Costa Esuri, un recorrido diferente: un “spanish link” según lo definió Golf Digest, con amplias calles y generosos greenes capaces de ser un reto para los jugadores más exigentes y a la vez un campo amable para los principiantes.
También en Ayamonte puede disfrutarse Isla Canela Golf, situado en una zona de dunas y esteros que convierten a este recorrido en un reto permanente a pesar de apenas contar con dificultades añadidas a las que ya existían en el terreno previo a la creación del campo de golf.