24 de noviembre de 2024

Stenson analiza Golf Emirates hoyo a hoyo

Stenson analiza Golf Emirates hoyo a hoyo

Esta semana se celebra la edición 26 del evento más antiguo de la gira del desierto del Circuito Europeo. El Dubai Desert Classic, que cuenta con un importante plantel de campeones, empezando por el propio Stenson y otras figuras de la talla de Severiano Ballesteros, Tiger Woods, Ernie Els o Rory McIlroy.

El recorrido Majlis, que en las últimas dos ediciones ha visto como el escocés Stephen Gallacher ha escrito su nombre en lo más alto de la clasificación, está diseñado por el arquitecto Karl Litten e inaugurado en 1988 fue el primer campo de golf totalmente cubierto de hierba de Oriente Medio. Ahora, Henrik Stenson analiza en profundidad todo su recorrido.

Casi tres décadas más tarde, las calles de este par 72 de 6.700 metros serpentean entre cientos de especies autóctonas de flora y fauna y siete lagos de agua dulce y salada que entran en juego en diez hoyos.

El viento

Aunque no suele ser tan fuerte ni tan racheado como en otras sedes del Circuito Europeo, Stenson opina que juega un papel crucial en las vueltas: «Lo que más me gusta de este campo es que el menor cambio de viento te cambia la estrategia desde el tee. Como hay muchos doglegs, te da la posibilidad de jugar más o menos agresivo. El 13, por ejemplo es un par 5 más bien corto de 503 metros. Puedes atacarlo con un drive muy agresivo y si te sale bien te encuentras con un hierro 8 de segundo golpe. Pero con viento en contra, a veces no tienes más remedio que colocar la salida con la madera 3 y luego te cuesta llegar de dos a green».

Resultados bajos

Para ganar en el desierto hay que hacer birdies, muchos birdies. En los 25 años de historia del Dubai Desert Classic se ha ganado 17 veces con 16 bajo par o menos. En 2001 Tiger Woods y Padraig Harrington terminaron con -20 y fueron superados por Thomas Bjorn, que puso en -22 el récord de torneo.

«Todos sabemos que aquí se gana con alrededor de 17 o 19 bajo par, así que no hay que dormirse. La mayoría de los birdies salen de los pares 5 que miden todos menos de 520 metros y son casi siempre alcanzables con el segundo golpe. Tres de ellos, 10, 15 y 18, están en la segunda vuelta y el año pasado fueron los tres hoyos más fáciles de la semana. La segunda vuelta tiene tres pares cinco alcanzables y dos pares 4 algo más cortos, por eso se hacen tan pocas al final».

«En cambio los pares 3, aunque no muy largos, son complicados. Los grenes duros y rápidos rodeados de una espesa manta de rough de bermuda hacen que el par sea casi siempre un buen resultado».

Los hoyos clave

El hoyo emblemático del campo es probablemente el 8, un par 4 dogleg de izquierda a derecha con un segundo golpe cuesta arriba a un green pequeño y muy movido. En los primeros años no había ninguna referencia para apuntar desde el tee, en cambio ahora los jugadores pueden escoger entre los innumerables rascacielos de la ciudad.

Los 9 segundos del recorrido Majlis empiezan con un par 5 bonito pero peligroso. Desde un tee en alto situado al pie de la casa club, los jugadores ven una tira estrecha de calle entre dos zonas de matojos del desierto. Luego viene la decisión de atacar un green defendido por todas partes o jugar a colocar. El año pasado se hicieron 192 birdies, en este hoyo 10, más que en ningún otro hoyo.

El 18 del Dubai Desert Classic es uno de los finales icónicos del Circuito Europeo. Muchas de las 25 ediciones del evento se han ganado y perdido en este hoyo; mide 516 metros y hace un dogleg de 90 grados de derecha a izquierda desde el tee. Los jugadores tienen que decidir cuánto pueden cortar la esquina para dejarse un segundo golpe temible por encima del agua al enorme green doble compartido con el 9. Está claro que el que levante el trofeo el domingo habrá jugado bien este hoyo.

Según Stenson, «es un gran hoyo para un final dramático, como se han visto muchos en todos estos años».

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