Serian la una de la tarde en hora de St. Andrews cuando Félix González y Cesar Perera pisaron el tee del uno del viejo campo. Ambos con la sonrisa a flor de piel y seguro que con la emoción pegada a su cuerpo.
Ambos golpearon su bola de salida con soltura y colocaron el drive de salida en la amplia calle que comparte el hoyo uno y dieciocho.
Así comenzó un jornada inolvidable para ambos, que había comenzado visitando la tumba del viejo Tom Morris, sita en la derruida catedral de este pueblo.
Pero el día aún reservaba más sorpresas para nuestros ganadores. A las siete de la tarde estaban citados en el Club de St. Andrews para cenar acompañados del resto de la expedición con el Royal & Ancient de fondo. Una cena divertida con las anécdotas vividas durante la mañana en el recorrido más mítico del golf mundial.
La jornada se cerró como no podía ser de otra manera degustando un autentico whisky escocés.