Ayer, tras alojarse en el Old Course Hotel, un lujo de cinco estrellas, pudieron disfrutar de un paseo por St. Andrews, hacerse fotos en los lugares emblemáticos de esta villa y cenar en un típico «Fish & Chips».
Hoy, en un día de soleado y con buena temperatura para la época del año en que nos encontramos, a la una hora local, estarán pinchado su bola en un tee donde la han colocado antes que ellos todos las grandes leyendas de este deporte.
Tras jugar los 18 hoyos con más historia que se puedan jugar, tendrán la oportunidad de cenar en el St. Andrews Golf Club, uno de los cuatro exclusivos clubes de este pueblo.