Golf Confidencial . Para este estudio se ha desarrollado un protocolo de actuación con una metodología que puede extrapolarse a cualquier campo de golf siguiendo una serie de pautas perfectamente definidas para la correcta medición e interpretación de los indicadores a evaluar.
A continuación se muestran algunas de las principales conclusiones que se han obtenido tras la realización del mismo:
-Las labores culturales y agronómicas que diariamente se realizan en los greenes, sobre todo de aireación y recebado, están enfocadas a favorecer el desarrollo óptimo de la planta y el suelo, con el fin de alcanzar un estado de firmeza óptimo y una superficie de juego homogénea y rápida que satisfaga las expectativas de los jugadores.
-Existe una relación inversamente proporcional entre el contenido de humedad en el suelo y la firmeza del mismo. La programación adecuada del sistema de riego así como la utilización de sensores de humedad (TDRs) complementan el seguimiento de los valores de firmeza y se consideran muy útiles para ayudar a determinar y trabajar en la búsqueda de superficies de juego firmes.
-La calidad del agua de riego influye directamente en el comportamiento del green y su evolución en el tiempo. La incorporación de altas concentraciones de sales a través del agua de riego destruye la estructura del suelo y afecta en gran medida al mantenimiento continuo de una superficie de juego firme y uniforme. Este factor también provoca la aparición de poblaciones de musgo que debilitan considerablemente algunas zonas de los greenes y cuyo tratamiento de erradicación supone un coste elevado. Igualmente, se ha demostrado que una ausencia de tráfico y/o carga de juego en una zona determinada del green provoca una mayor permanencia de la humedad en superficie que desemboca en la proliferación de dichas poblaciones de musgo.
-Las condiciones climatológicas extremas, como las heladas que ocurren durante los meses de invierno, afectan considerablemente al mantenimiento de los greenes, alcanzando valores fuera del rango óptimo de firmeza y provocando superficies de juego impracticables temporalmente.
-El control del número de jugadores, sus hábitos y el diseño de los greenes, en lo referente a las entradas y salidas, permiten conocer qué zonas son más propensas a compactarse, ofreciendo valores de firmeza más elevados. Aunque no se ha demostrado una clara relación entre el número de jugadores y la firmeza, si se ha apreciado la influencia de la densidad de jugadores en la evolución de los valores de firmeza en ciertas zonas de los greenes.
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El Centro Nacional de Golf en Madrid, en colaboración con la Real Federación Española de Golf y la Asociación Española de Greenkeepers, ha desarrollado un estudio con el objetivo de representar la evolución de la firmeza en los greenes del Centro Nacional de Golf durante un período de 12 meses (Julio 2011-Julio 2012), evaluando la influencia de las distintas labores agronómicas, condiciones ambientales y uso de las instalaciones en la firmeza y el mantenimiento de los greenes de este campo de golf.
Para este estudio se ha desarrollado un protocolo de actuación con una metodología que puede extrapolarse a cualquier campo de golf siguiendo una serie de pautas perfectamente definidas para la correcta medición e interpretación de los indicadores a evaluar.
A continuación se muestran algunas de las principales conclusiones que se han obtenido tras la realización del mismo:
-Las labores culturales y agronómicas que diariamente se realizan en los greenes, sobre todo de aireación y recebado, están enfocadas a favorecer el desarrollo óptimo de la planta y el suelo, con el fin de alcanzar un estado de firmeza óptimo y una superficie de juego homogénea y rápida que satisfaga las expectativas de los jugadores.
-Existe una relación inversamente proporcional entre el contenido de humedad en el suelo y la firmeza del mismo. La programación adecuada del sistema de riego así como la utilización de sensores de humedad (TDRs) complementan el seguimiento de los valores de firmeza y se consideran muy útiles para ayudar a determinar y trabajar en la búsqueda de superficies de juego firmes.
-La calidad del agua de riego influye directamente en el comportamiento del green y su evolución en el tiempo. La incorporación de altas concentraciones de sales a través del agua de riego destruye la estructura del suelo y afecta en gran medida al mantenimiento continuo de una superficie de juego firme y uniforme. Este factor también provoca la aparición de poblaciones de musgo que debilitan considerablemente algunas zonas de los greenes y cuyo tratamiento de erradicación supone un coste elevado. Igualmente, se ha demostrado que una ausencia de tráfico y/o carga de juego en una zona determinada del green provoca una mayor permanencia de la humedad en superficie que desemboca en la proliferación de dichas poblaciones de musgo.
-Las condiciones climatológicas extremas, como las heladas que ocurren durante los meses de invierno, afectan considerablemente al mantenimiento de los greenes, alcanzando valores fuera del rango óptimo de firmeza y provocando superficies de juego impracticables temporalmente.
-El control del número de jugadores, sus hábitos y el diseño de los greenes, en lo referente a las entradas y salidas, permiten conocer qué zonas son más propensas a compactarse, ofreciendo valores de firmeza más elevados. Aunque no se ha demostrado una clara relación entre el número de jugadores y la firmeza, si se ha apreciado la influencia de la densidad de jugadores en la evolución de los valores de firmeza en ciertas zonas de los greenes.
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