Golf Confidencial Eso no significa que carezca de puntos desagradables a lo largo del camino. Hay puntos en la calle tan estrechos que resultan ridículos, y sin embargo ahí es donde deberá estar si tiene alguna ilusión de éxito. A la izquierda hay una colección de búnkers aparentemente dispersos al azar por el rough, y no obstante están situados en lugares donde su bola esta destinada a ser encontrada. Si se va a la izquierda y resulta que se alivia de los búnkers, quizá sea lo bastante afortunado como para tener tiro a green, pero tendrá que ser con mucha suerte. Si falla la calle por la derecha, no hay suficiente buena fortuna en el mundo para asegurar el rescate. Es feo, es profundo y oscuro. No vaya allí, o su mejor resultado será el bogey.
El viento hace que la angosta calle parezca imposible de encontrar. Esto es verdad en un hoyo donde la suerte cuenta. Pegue un golpe perfecto desde el tee, y si la bola se encuentra con una racha de viento inesperada, la ilusión de hacer el par prácticamente se desvanece, y eso si le pega perfecto.
El 14 es un original que nunca ha hecho falta actualizarlo o rediseñarlo. Que divertido tuvo que ser para William Davis y William Flynn. ¿Se puede imaginar la reacción de estos diseñadores cuando vieron un valle tan perfecto para un hoyo de golf que parecía ser pensado para ello por el mismo Creador?
El hoyo se llama “Thom’s Elbow” en homenaje a Charlie Thom, que llegó a Southampton en 1906, cuando tenía 25 años y trabajó allí como profesional durante más de 50 años.
Aquí no falta historia. Se entreteje con la tela de los hoyos de Shinnecock, como hacen el rough, el viento y el peligro.