John Catlin regresa esta semana al escenario de lo que podría considerarse su gran logro en las Series Internacionales de Macao.
Es el defensor del título en el Macau Golf and Country Club, donde también firmó una tarjeta de 59 golpes (-11) en la tercera ronda, la primera por debajo de 60 en la historia del Asian Tour.
Fue un logro que perdurará en la memoria y la pieza central de una temporada que definió su carrera, en la que ganó por primera vez el título del Orden de Mérito del Asian Tour.
«Me encantaría repetirlo este año, pero ya veremos», declaró el estadounidense.
«Estaba jugando bien el año pasado; sabía que estaba jugando bien, pero ese tipo de ronda, un 59, nunca se planea. Recuerdo que en el 18, cuando emboque para eagle, Patrick Reed me dijo: ‘¿ha sido para un 59? Y yo le dije: ‘oh, sí’».
Rondas de 67, 66, 59 y 65 le hicieron terminar empatado con el español David Puig antes de que el estadounidense ganara con un birdie en el segundo hoyo extra.
«Estuve en contra en los dos hoyos de desempate. Nunca me rendí. Volví a Asia y al Asian Tour el año pasado después de pasar apuros en Europa. Pasé apuros durante una temporada allí, pero me reencontré conmigo mismo en Asia. Tirar 59 golpes lo demuestra», añadió.
En una rueda de prensa celebrada hoy, su compatriota Patrick Reed declaró: «Ha sido un honor formar parte de esto. También jugamos con Andy Ogletree, y lo veíamos con incredulidad». Sorprendentemente, Reed hizo 59 golpes más tarde ese mismo año, camino de ganar el Hong Kong Open en el Hong Kong Golf Club.
«Curiosamente, los dos hicimos putts de longitud similar, de izquierda a derecha, en el último hoyo, para hacer 59», dijo Catlin.
Catlin recibió su trofeo de la Orden de Mérito del Asian Tour en la cena de gala celebrada anoche en el Wynn Palace.
Dijo: «Tengo que dar las gracias a mucha gente por el año pasado. Fue la culminación de mucho trabajo duro. Me encanta estar aquí en Macao. Espero que esta semana sea el catalizador de otra gran temporada».
El jugador de 34 años llega aquí tras haber jugado la semana pasada en el LIV Golf de Singapur, donde ganó el primer preclasificado para reservas del multimillonario circuito. Lo hizo poco después de quedar entre los 10 primeros en el Open de Nueva Zelanda.
Dijo: «La temporada ha empezado bien. No tan bien como el año pasado, pero es pronto. Hay mucho por jugar con tantas oportunidades por delante».
Cuando partió hacia Europa en 2020 para probar suerte en el DP World Tour, existía la preocupación de que el Asian Tour rara vez llegaría a ver a uno de sus jugadores más exitosos.
Cuando ganó dos torneos en septiembre, en España e Irlanda -en medio de la pandemia mundial y con las burbujas de los torneos estrictamente controladas-, y otro al año siguiente en Austria, las probabilidades de que volviera parecían aún más escasas. El objetivo de entrar entre los 50 mejores del mundo y jugar Majors significaba que las oportunidades de ir al Este eran limitadas.
El golf, sin embargo, lanza bolas curvas, y ése fue el caso en 2023, cuando sorprendentemente no pudo conservar sus privilegios de juego en Europa tras una temporada inusualmente irregular. Sus exenciones por esas tres victorias también habían expirado y tuvo que decidir dónde jugaría en 2024.
Para él fue una decisión sencilla volver a Asia, aunque se enfrentó a la desalentadora tarea de tener que superar la Etapa Final de la Escuela de Clasificación del Tour, ya que tampoco tenía estatus de jugador en la región.
Ayudado por el hecho de que la escuela se celebraba en Hua Hin, a la que considera su segundo hogar, Catlin consiguió sin problemas la 19ª tarjeta de las 35 que se ofrecían.
Fue el comienzo de la que posiblemente haya sido la mejor temporada de su carrera. El Asian Tour pudo dar la bienvenida a casa a un jugador que significaba tanto, allanando el camino para un récord de 59 que sacudió la región.
